martes, 28 de abril de 2015

¿DEBEN LOS CRISTIANOS DIEZMAR O ES UNA IMPOSICIÓN DE LA LEY?

Por el Maestro Carlos Roca. De la Serie: "Diezmos, Ofrendas y Primicias". (Parte 1 de 10)

Existe un pensamiento que pretende propagarse en la cristiandad el cual expresa que el diezmo no debería considerarse porque pertenece a "la ley" (refiriéndose a la ley de Moisés ó ley del Antiguo Testamento) y que, como la ley fue abolida, entonces no tendríamos por qué diezmar.


San Juan 8:32 “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”.
El conocimiento de la verdad sobre diezmos, ofrendas y primicias, revelado por el Espíritu Santo, renovará mi entendimiento y me hará libre para dar y libre para recibir.

Veamos lo relativo al diezmo:
Malaquías 3:10 “Traed todos los diezmos al alfolí…”

Hay quienes, ante este versículo bíblico, argumentan que eso es 'Antiguo Testamento'. Que el contexto de Malaquías 3 tiene que ver con la ley del Antiguo Testamento dada a Moisés, la cual enseñaba al pueblo a dar la décima parte (10%) o “diezmo” de sus ingresos a Dios, y a traer regularmente ofrendas a voluntad propia.

(De esta parte de la escritura se aferran los que no quieren pagar el diezmo, diciendo que es de la ley, y que es una doctrina judaizante)

[Pero... La Biblia se explica por si misma]
El concepto del diezmo se remonta a la primera época de la historia bíblica, donde Abraham pagó sus diezmos a Melquisedec. (Y esto fue «antes» de la ley. Aun antes que naciera Moisés, a quien le dieron la ley). Por lo cual el diezmo no es una pieza de la ley. El Diezmo es un principio divino, y por ende un principio eterno.

Este principio divino fue incluido luego en la ley mosaica; (pero no nace allí). El principio del diezmo está presente en toda la escritura: Antes de la ley, durante la ley y después de la ley. El diezmo no nació con la ley; antes de la ley ya existía la práctica del diezmo. Abraham generó este precedente.

Refuerza el concepto el hecho de que se mencionen los diezmos de Abraham tanto en Génesis (A.T.) como en Hebreos (N.T.)

Hebreos 7:1-2 

Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, que salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los reyes, y le bendijo, a quien asimismo dio Abraham los diezmos de todo; cuyo nombre significa primeramente Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de paz;

Dicho pasaje se cita originalmente en Génesis 14:18-20. Esto nos lleva a analizar algunos puntos:

  • Por ser llamado Padre de los fieles, Abraham sentó precedente para seguir diezmando. 
  • Abraham vivió 400 años antes que la ley fuese dada por Moisés. Esto nos enseña que diezmar ya era un principio anteriormente, incluido luego en la ley mosaica, la cual culminó en Cristo. 
  • Observemos a Abraham, a quien la Biblia llama “padre de todos nosotros" y "padre de la fe”. Hay principios que podemos tomar de él porque los aplicó y fue prosperado en todas las áreas de la vida. Fue el único llamado “amigo de Dios”. 
  • La misma Escritura dice que sigamos las pisadas de la fe de nuestro padre Abraham. Sin embargo sabemos que ahora tenemos un mejor pacto [Jesucristo] basado en mejores promesas. 
  • Dios siempre cumple con Su Palabra. Él es fiel y no sólo eso sino que quiere que seamos un canal de bendición. [Bendecidos para bendecir] 

Nadie obligó a Abraham a diezmar; y su vida fue cambiada por el principio del diezmo.

Gálatas 3:6-9
Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia.
Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham.
Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones.
De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham.


Gálatas 3:13-14
Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.

Romanos 4:16
Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros.

Todas las leyes del Antiguo Testamento hallan en Jesús su completo cumplimiento al ser llevadas a su culminación en el Nuevo Testamento. Aunque la ley quedó obsoleta este principio de diezmar no perdió vigencia.

¿Anula la gracia de Dios el principio del diezmo?

  • No existe ninguna escritura en el Nuevo Testamento que anule el principio de diezmar, por el contrario, hay algunas escrituras del N.T. que lo ratifican. 
  • La gracia no anula el principio del diezmo, la gracia le añade al principio del diezmo, Justicia, misericordia y fidelidad. (Mateo 23:23) 
  • Estamos en un mejor pacto con mejores promesas, un pacto de amor y de perdón, que nos motiva a ir más allá del principio de diezmos y ofrendas. (Nos motiva no sólo a dar el diez por ciento; sino el cien por ciento, aun a dar toda nuestra vida) 
  • Ahora en nuestro dar se deben manifestar la justicia, misericordia y fidelidad de Dios. 

Vemos que Jesús ratifica los diezmos y continúa recibiéndolos.
Mateo 23:23 (CAS) (Biblia Castillian)
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas!, que dais diezmos de la menta, el eneldo y el comino, pero dejáis a un lado lo principal de la ley, que es la justicia, la misericordia y la fe. Sí, dad vuestros diezmos, pero no dejéis de hacer lo que tiene mayor importancia.

(LBLA) ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque pagáis el diezmo de la menta, del eneldo y del comino, y habéis descuidado los preceptos de más peso de la ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad; y éstas son las cosas que debíais haber hecho, sin descuidar aquéllas.

En el siguiente verso vemos que es Jesús quien ahora recibe los diezmos.

Hebreos 7:8
Y aquí ciertamente reciben los diezmos hombres mortales; pero allí, uno de quien se da testimonio de que vive.

Jesús sigue recibiendo los diezmos, (como Melquisedec los recibió de Abraham). Nosotros, según Hebreos 7, presentamos nuestros diezmos a hombres (los ministros que representan al Señor), pero en los cielos los recibe el mismísimo Jesucristo.

Dios y su acuerdo con sus administradores.
Dios es el dueño de todo y a nosotros nos dio el privilegio de ser administradores (mayordomos).
Dios tiene un convenio con sus mayordomos: Él pone la tierra, la vida, las semillas, el sol, las lluvias, el petróleo, la fuerza para trabajar, el aire... En fin, Dios pone todo, nosotros somos hechura suya, somos de Él.

¿Qué ponemos entonces nosotros?
La mano de obra y el gozo de disfrutar de todo lo creado.

¿Qué parte corresponde a Dios y qué parte a la humanidad, ante esta realidad?
En el pacto que hizo con el hombre Dios dispuso nueve partes para el hombre y una sola para El, en las ganancias sacada de todo lo creado y conservado por su mano poderosa.

Los diezmos son, honradamente, parte que le corresponde al propietario y creador del mundo.

¿Quién usa los diezmos que el hombre no entrega a Dios? – El Devorador.

Malaquías 3:10-12

(v10) Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.
(v11) Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos. 
(12) Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos.

Diezmar es un principio divino y tiene que ver con tu obediencia.

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Publicado por Carlos Roca, del Equipo Ministerial de MCN – Serie: Diezmos, Ofrendas y Primicias. (Parte 1 de 10)

viernes, 17 de abril de 2015

UN DESPERTAR | Martin Salazar - Máxima Expresión

LAS PROMESAS DEL SEÑOR

Josué 1:1-2 LBLA  Sucedió después de la muerte de Moisés, siervo del SEÑOR, que el SEÑOR habló a Josué, hijo de Nun, y ayudante de Moisés, diciendo: Mi siervo Moisés ha muerto; ahora pues, levántate, cruza este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel.
El nombre Josué, en el idioma hebreo se dice “Yejoshúa” (H3091) y significa Salvado de Jehová. Podemos ver también que Josué era hijo de Nun (H5126) cuyo significado es perpetuidad. Es interesante que el Señor al dirigir Sus palabras a Josué lo primero que hace es ordenarle dos cosas: (1) levántate y (2) cruza este Jordán.  La palabra Jordán  quiere decir el que desciende. Josué era ayudante de Moisés, es decir, que él le servía al Señor mediante la ayuda que ofrecía a Moisés; pero al momento en que Dios le habla a Josué y le ordena que se levante, vemos en la Escritura que Moisés había muerto, razón por la cual entendemos que en ese momento Josué se encontraba abatido, afligido, postrado en el suelo a causa del momento que se encontraba viviendo, no solo él sino también el pueblo de Israel, pues su líder había muerto.
Todos nosotros, que le servimos al Señor, debemos saber que este es un privilegio que Dios nos concede y que sin importar que tipo de servicio nos haya tocado ejercer, necesitamos llevarlo a cabo con amor y excelencia, pues aunque pensemos que tal vez nadie nos ve o ni siquiera conocen el área en la cual servimos; Dios sí nos está viendo allá en lo secreto y nos está formando y en su momento nos llamara, tal como vemos le sucedió a Josué.  El servicio es una bendición, sin importar cuál sea el mismo, pues a quien le servimos es a Dios.
Una vez se levantara Josué, lo próximo a hacer era cruzar el Jordán; es decir, él debía atravesar la circunstancia que lo estaba deteniendo y llegar al otro lado; el Señor no quería que él que se quedara postrado donde estaba ni que tuviera temor, pues Dios tenía planes para su vida. De la misma manera nos dice Dios a nosotros; pues es necesario que nos levantemos del lugar donde hemos estado postrados, pensando tal vez que no podremos salir adelante ni obtener la victoria.  Es una orden que el Señor nos da para que dejemos atrás todo desánimo y hagamos las cosas que Dios nos ha pedido que realicemos.  Debemos actuar en fe y en obediencia a la voz de Dios, sabiendo que Él ha prometido que no nos dejara ni desamparara.
1 Crónicas 28:20 BLS  Además, David le indicó a Salomón quiénes quedarían bajo sus órdenes y lo ayudarían a construir el templo: los sacerdotes y sus ayudantes, que por turnos prestarían sus servicios en el templo de Dios; los obreros expertos en trabajos manuales; los jefes y todo el pueblo en general. Luego, David le dijo a Salomón: «¡Sé fuerte y valiente! ¡Cumple con tu trabajo y construye el templo de Dios! ¡No tengas miedo ni te desanimes, porque Dios siempre estará contigo! Él no te dará la espalda ni te abandonará».
En el versículo anterior vemos que el rey David le dice a su hijo Salomón las mismas palabras que Dios le dijo a Josué; se fuerte y valiente. El rey David es figura de nuestro Señor Jesucristo y Sus palabras para nosotros es que seamos fuertes y valientes. Si a Salomón y a Josué se les dice que se esfuercen y sean valientes es porque en algún momento ellos iban a tener miedo y sus fuerzas iban a menguar.
Lamentablemente, hoy día muchos cristianos dejan de esforzarse por lo que terminan alejándose de la voluntad de Dios. Es necesario que batallemos en contra del desánimo y de los temores que el enemigo de nuestra alma quiere plantar en nuestra mente para desviarnos del propósito de Dios y que no cumplamos Su plan divino.  Ahora bien, la valentía se puede llegar a perder también como consecuencia de las cosas que vemos, que oímos y que finalmente terminamos declarando por nuestros labios; pues si prestamos atención solo a cosas negativas y permitimos que la gente nos ministre cosas que no vienen del corazón de Dios, tarde o temprano tendrán efecto en nuestra mente y alma, por lo que nos debilitamos y atemorizamos. El Señor nos alienta y nos dice que no debemos temer, sin importar cuál sea el gigante que se ha levantado en contra nuestra, pues Él es quien nos sostiene y nos defiende.  Es necesario que seamos definidos en lo que concierne al Señor y depositemos nuestra confianza plenamente en Dios y Sus promesas.
1 Crónicas 28:20 RV 1960  Dijo además David a Salomón su hijo: Anímate y esfuérzate, y manos a la obra; no temas, ni desmayes, porque Jehová Dios, mi Dios, estará contigo; él no te dejará ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra para el servicio de la casa de Jehová.
En esta versión de la Biblia se utiliza la palabra anímate; entonces vemos que hay personas que no están animadas.  Cuando el gigante viene contra nosotros, él ataca nuestras emociones para hacer que nos entristezcamos y le demos paso al desánimo el cual nos conducirá a que desmayemos. 
Los dardos del enemigo son lanzados a nuestra mente.  Debemos batallar contra esos pensamientos negativos con los que nos han estado saeteando y vencerlos.  Si permitimos que los dardos del enemigo queden en nuestra mente, entonces bajaran a nuestro corazón y afectaran nuestra vida a través del desánimo. Los enemigos de la fuerza y valentía son el temor y el desmayo.  El temor inhabilita a las personas para ejercer apropiadamente algún cargo en específico. 
1 Samuel 17:50 RV 1960  Así venció David al filisteo con honda y piedra; e hirió al filisteo y lo mató, sin tener David espada en su mano.
En el contexto de este pasaje bíblico vemos que el pueblo de Israel estaba atemorizado a causa del gigante Goliat, quien se oponía al pueblo y con sus palabras los amedrentaba. Sin embargo, vemos que David no se dejó intimidar ni oyó sus palabras; sino que él enfrentó al gigante con valentía pues David confiaba plenamente en el Señor y sabía que le daría la victoria. Cuando nosotros nos detenemos a escuchar palabras negativas o hacemos caso a lo que el enemigo de nuestra alma quiere hacernos creer, nos volvemos vulnerables a sus ataques porque dejamos de creer en Dios.  Es importante que nos guardemos de todo aquello que escuchamos y que es contrario a lo que Dios nos ha dejado escrito en Su bendita palabra.
2 Crónicas 32:7 LBLA  Sed fuertes y valientes; no temáis ni os acobardéis a causa del rey de Asiria, ni a causa de toda la multitud que está con él, porque el que está con nosotros es más poderoso que el que está con él.
2 Crónicas 32:7 BLS  «¡Tengan confianza y sean valientes! ¡No se desanimen ni les tengan miedo al rey de Asiria y a su gran ejército! Nosotros somos más poderosos.
El rey de Asiria tipifica a aquel que se opone a todo lo que es de Dios.  Hay que tener en cuenta que Dios está de nuestro lado y Él es más poderoso que cualquier  circunstancia adversa que nos sobrevenga, por lo que no debemos temer lo que nos pueda hacer el hombre, ni a ningún ataque del enemigo, pues ciertamente Dios pelea por nosotros y nos defiende.
2 Crónicas 28:20 LBLA  Y vino contra él Tilgat-pilneser, rey de Asiria, y lo afligió en vez de fortalecerlo.
Las personas se sienten en estreches porque están siendo oprimidas por el enemigo pero nosotros hemos sido llamados a libertad.  Es necesario que nos levantemos como valientes guerreros y peleemos la buena batalla de la fe; que no se aflija nuestro corazón sino más bien confiemos en el fiel cumplimento de las promesas de Dios.
1 Crónicas 28:20 RV 1960  Dijo además David a Salomón su hijo: Anímate y esfuérzate, y manos a la obra; no temas, ni desmayes, porque Jehová Dios, mi Dios, estará contigo; él no te dejará ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra para el servicio de la casa de Jehová.
Una de las promesas del Señor es que estará con nosotros. Él no nos desamparara ni nos dejara hasta terminar la obra que comenzó en nosotros.  Si creemos en estas promesas no tendremos temor.
Josué 1:5 RV 1960  Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.
Otra de las promesas que el Señor nos ha dejado escritas en Su bendita palabra es que nadie nos podrá hacer frente en todos los días de nuestra vida, pues Él estará con nosotros así como estuvo con Moisés.
Deuteronomio 31:8 RV 1960  Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides.

Declaremos las promesas del Señor sobre nuestra vida día con día y que no se desaliente nuestro ser al momento de atravesar desiertos o valles, pues Dios estará con nosotros en todo tiempo y lugar; mas Él nos ha dado la orden de ser fuertes y valientes; de no temer ni desmayar y debemos ser obedientes a Su voz.  Es hora de levantarnos del lugar en el que hemos estado postrados y cruzar el Jordán con rumbo hacia la conquista, confiando plenamente en el Señor.

jueves, 16 de abril de 2015

PASTOR MARTIN SALAZAR 5º Impacto" LA SEÑAL DE LA RESTAURACIÓN FAMILIAR"

LA VENIDA DE ELIAS

Autor: Apóstol Sergio G. Enríquez O.
La familia está íntimamente ligada con la venida del Señor Jesucristo, esto lo podemos ver cuando Dios deja dos ejemplos en Su mensaje profético al mencionar que la venida del Hijo del Hombre sería como en los tiempos de Lot y de Noé. Estos dos personajes eran justos; no obstante, uno de ellos perdió a toda su familia y el otro la salvó. Con esto nos muestra que en los últimos tiempos habrá justos que se salvarán junto a su familia y otros que serán salvos pero no así su familia.
Algunas personas niegan con sus hechos lo que afirman con su boca, porque no viven de acuerdo a lo que declaran, de esta manera provocan la destrucción de sus hogares e incluso de los niños, por lo que es necesario que haya restauración familiar dentro de esos hogares, pero esto debe suceder mediante una manifestación sobrenatural de un espíritu de parte de Dios y de ángeles que vengan también de parte de Dios para que ministren nuestra vida. Un ejemplo lo podemos ver en la familia putativa del Señor Jesucristo, que fue salvada por medio de intervenciones angelicales, e incluso, el nacimiento de Sansón fue mediante una intervención angelical; sin embargo, existen corazones endurecidos que no permitirán que estas manifestaciones se lleven a cabo y eso los llevará a que sus hogares sigan la trayectoria al final de su familia.
Debemos examinar nuestro campamento y conocer la condición en que éste se encuentra, con la intención de trabajar en él hasta llevarlo a su nivel óptimo. La venida del Profeta Elías será sobrenatural y muchos santos del Antiguo y Nuevo Testamento y de antaño, también tienen que regresar; esto lo confirma el Apóstol Pablo cuando dice en la epístola a los filipenses "...cuando yo esté en parusía otra vez hacia vosotros...", eso nos deja ver que muchos de los héroes de la fe regresarán también.
El Profeta Elías tiene que venir de nuevo, y esto lo podemos asegurar por el ataque que está recibiendo la familia con la legalización de los matrimonios entre personas del mismo sexo, que incluso adoptan niños para criarlos como hijos del supuesto matrimonio, quienes correrán con la influencia negativa de la pareja disfuncional. Esto es un ataque a la familia, pero El Señor nos protegerá porque somos Su familia y no deja avergonzados a los que confiamos en Él.
Mateo 17:11-12 NRV 1990 Jesús respondió: "A la verdad, Elías vendrá primero, y restaurará todo. 12 "Sin embargo os digo, que Elías ya vino, y no lo reconocieron. Antes hicieron con él todo lo que quisieron. Así también el Hijo del Hombre padecerá de ellos".
Si vemos, en anterior pasaje no se refiere al mismo Elías que se enfrentó a Jezabel, a quien le hicieron todo lo que quisieron. Con fines didácticos, podemos identificar a tres Elías:
1)    El profeta que peleó contra los profetas de Baal y Astarot.
2)    Juan el Bautista que era contemporáneo con El Señor y fue quien le abrió camino,
3)     el que vendrá, pero éste último es el mismo que vino y que vendrá a restaurar todas las cosas, y que es uno de los dos testigos que regresará a la gran tribulación. No obstante, la novia se va en el arrebatamiento y es presentada en los cielos por una nube de ministros, pero antes de esto existe una destrucción familiar liderada por el enemigo, que muchas veces se introduce a nuestra familia porque le abrimos las puertas deliberadamente, para que actúe con facilidad.
Malaquías 4:5-6 LBLA He aquí, yo os envío al profeta Elías antes que venga el día del SEÑOR, día grande y terrible. (6) El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que venga yo y hiera la tierra con maldición.
Es necesario que el espíritu de Elías haga una buena obra en nosotros, y esto debe suceder antes que se manifieste en la tribulación. ¿Cómo podremos saber quién es el Profeta Elías cuando se manifieste para restaurar las familias? Tiene que ser precisamente por medio de un espíritu de revelación de parte del Señor; por eso es que viene un ejército a favor de nosotros: ángeles, espíritus no angélicos, seres, ministros, santos del Antiguo Testamento, e incluso personas que ya murieron y que serán resucitadas antes del día grande y terrible. Dios no nos dejará a la deriva y a expensas del diablo, sino que siempre verá por el cumplimiento de Su palabra y el beneficio de Su pueblo.
1 Reyes 18:31 RV60 Y tomando Elías doce piedras, conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, al cual había sido dada palabra de Jehová diciendo, Israel será tu nombre,
El anterior versículo nos muestra elementos de familia. En el antiguo idioma hebreo para expresar la palabra "familia" se dice de 12 maneras distintas, que justamente coincide con que Elías tenía 12 piedras, que las tomó conforme a los 12 hijos de Israel. Entonces, cada palabra que significa "familia" debe ser puesta en el altar para que podamos ofrecer un culto óptimo al Señor, porque puede ser que le sirvamos a Dios predicando, cantando, adorando y Él lo recibe, pero puede ser que lo estemos haciendo sin tener un hogar restaurado por causa de un corazón endurecido.
Jueces 6:15 LBLA Y él respondió: Ah Señor, ¿cómo libraré a Israel? He aquí que mi familia es la más pobre en Manasés, y yo el menor de la casa de mi padre.
FAMILIA  H504 אֶלֶף élef  de H502; familia; también (del sentido de uncir o domar) buey o vaca:- familia, buey.
La palabra como se traduce "familia" en el antiguo idioma hebreo es "eleff" que lo podemos encontrar en los diccionarios como la palabra H504, que dentro de sus significados también refiere la palabra "uncir", que significa poner un yugo en la cerviz y amarrarlos. El significado de esta palabra describe a un matrimonio, que en algunos casos cuando están amarrados, empiezan a tener problemas porque no analizaron lo que sucedería después de unir sus vidas; sobre todo, si se da en yugos desiguales. Por eso dice La Palabra: "... no os unáis en yugos desiguales..." No obstante, El Señor puede enderezar nuestras veredas si hemos llegado al matrimonio sin conocerlo; pero, si estando en El Señor nos unimos en yugo desigual, seguramente las cosas no podrán caminar bien.
Entre los significados de la palabra "eleff" también se encuentra la palabra "domar". El único que nos puede domar es El Espíritu de Dios, que nos lleva a Su río donde Su espíritu se mueve y nos vuelve mansos. Dios doma cosas en nosotros, y nos doblega a través de los problemas para que aplaquemos nuestro carácter, por eso es que si queremos una familia óptima, tenemos que poner la piedra "eleff" en medio de nuestro altar familiar.
Génesis 25:27 NTV Los muchachos fueron creciendo, y Esaú se convirtió en un hábil cazador. Él era un hombre de campo, pero Jacob tenía un temperamento tranquilo y prefería quedarse en casa.
La palabra "eleff" nos habla de tener un temperamento tranquilo y estar domados por el Espíritu Santo, pero lamentablemente no es esto lo que se da en los hogares modernos, ni lo que transmiten las ministraciones de los programas de televisión o las producciones de Hollywood dirigidas a hombre y mujeres. La mansedumbre está íntimamente ligada con la humildad, y si tenemos problemas con nuestra familia, tenemos que suplicarle a Dios para que nos haga mansos y humildes, pidiendo perdón en la casa, sobre todo cuando sabemos que nosotros cometimos el error. Pedir perdón es una de las cosas más difíciles de poner en práctica, pero si lo practicamos nos ayuda avanzar hacia la plenitud de nuestro hogar, con esto estamos poniendo la piedra "eleff" en nuestro hogar. La clave para llegar a esta madurez es pedir ayuda a nuestro Padre extraordinario que nos puede ayudar a cualquier hora. Vemos en el versículo anterior que el manso y tranquilo prefería quedarse en casa.
Números 12:3 VMP (Y aquel varón Moisés era muy manso, más manso que ningún hombre de cuantos había sobre la faz de la tierra.)
Moisés tenía una gran mansedumbre, lo cual debemos anhelar en nosotros, no obstante que en su momento manifestó tener un carácter incontrolable, y ello lo podemos comprobar cuando vemos que golpeó al egipcio hasta que lo mató y luego lo escondió bajo la arena. Existen personas que pierden el control de su propia fuerza cuando están enojados; en la vida de Moisés también podemos obtener un ejemplo a este respecto cuando vemos en la vida de Moisés que después de haberlo desterrado de Egipto, atravesó el desierto y se quedó dormido al llegar al otro lado, pero cuando vio que un grupo de hombres molestaban a un grupo de mujeres, se incorporó y los golpeó a todos para defenderlas a ellas. Otra manifestación de carácter incontrolado, igualmente viendo la vida de Moisés, es el momento cuando tomó las tablas de la ley y las rompió al ver la desobediencia del pueblo de Israel. Sin embargo, a pesar de todo esto, Moisés es considerado como el hombre más manso; esto significa que hay esperanza para nosotros, aunque en algún momento nuestro carácter nos traicione, podemos confiar en que al depositar nuestra confianza en Dios, Él nos puede cambiar.
La violencia no nos sirve en el hogar, y si la usamos dentro de la casa, dañamos nuestra familia. La mansedumbre en el hogar es una de las piedras de la restauración familiar, por lo que debemos exponernos ante ésta para que el Espíritu del Señor nos hable y nos ayude.
Eclesiastés 10:4 RV60 Si el espíritu del príncipe se exaltare contra ti, no dejes tu lugar; porque la mansedumbre hará cesar grandes ofensas.
Si en algún momento, uno o ambos cónyuges nos ponemos coléricos y levantamos insultos o agresiones; tenemos que tranquilizarnos para poner en orden nuestros pensamientos, y en ningún momento abandonar nuestra casa porque Dios en Su misericordia nos dará la capacidad de ser mansos para restaurarla. Dependemos de la misericordia de Dios para lograr esto en nuestra vida. Es posible que no seamos mansos como Moisés ni humildes como El Señor Jesucristo, pero estamos enamorados de Él y eso nos hará que seamos como Él lo cual nos llevará a la restauración de nuestra casa.