EL PREMIO DE LA PUREZA

                                                          

Síntesis del Mensaje: “El Premio de la Pureza”, del pastor Martín Salazar.11-08-13.  
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2° Corintios 7:1  Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.

Veamos el capítulo anterior para entender a que “promesas” se refiere el Apóstol Pablo en este versículo.

2° Corintios 6:16 y 18  “…Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios,  Y ellos serán mi pueblo.

18  Y seré para vosotros por Padre,  Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor       Todopoderoso.

La Promesa es que Dios va habitar y andar con nosotros; que quiere ser nuestro Padre y que seamos sus hijos.  En otras palabras nos dice: “quiero” estar con ustedes, “quiero” caminar contigo en lo cotidiano, “quiero” manifestar mi Presencia,  Que caminemos, charlemos y nos disfrutemos como ‘Padre e hijo’.

No estamos hablando de (la Presencia de Dios “por fe”), ó de decir: (La Gloria de Dios está aquí “por fe”).  Los cristianos estamos familiarizados con el término “por fe”.  Pero la fe me tiene que llevar a una realidad.  A veces nos acostumbramos ó nos quedamos en las cosas  “por fe”.  Soy sano por fe, soy bendecido por fe,  y eso está bien (nosotros caminamos por fe); pero también es cierto que la fe nos debe llevar a una realidad concreta.  Por ejemplo, Ud. dice: “hoy voy a comer por fe”, pero llega el momento donde se sienta y come (concretamente, no “por fe”).

¡La fe me lleva a una realidad espiritual!  Por ejemplo Rahab y Abraham.

Hebreos 11:31 Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz.  Ella creyó, activó su fe y ayudó a los espías del pueblo de Dios.  Cuando llegaron los Israelitas en la conquista de Jericó ella alcanzó esa realidad, y fue salva ella y su familia. La fe que tuvo en un momento la condujo a una realidad: (la salvación de ella y de su casa).

Hebreos 11:17 Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito; El tenía fe que Dios iba a proveer para el sacrificio, y llegado el instante final,  cuando levantó el cuchillo para consumar el sacrificio, el Ángel lo detuvo y allí Dios proveyó.  Abraham llegó a la realidad de conocer a Jehová “Proveedor”.

¡La fe me lleva a una realidad! 

Entonces al mencionar la promesa de Dios de “habitar y andar con nosotros” no se trata de “algo por fe”;  sino que se refiere a una realidad concreta.  LA REALIDAD DE DIOS EN NUESTRAS VIDAS.  Se trata de la Presencia manifiesta de Dios.  Se trata del mismísimo Dios habitando con nosotros.  (NO “por fe”; sino concretamente).

Dios quiere que conozcamos Su Presencia y Su Gloria de una manera profunda.  No solo que creamos en Su Presencia, sino que lo sintamos a Él y hasta lo veamos.  Que Su Presencia sea algo palpable, una realidad. Una manifestación concreta de la Presencia del Señor.

Esto es algo IMPRESIONANTE: ¡¡¡LA REALIDAD DE DIOS EN NOSOTROS!!!

La Presencia activa de Dios.  La situación puntual y concreta de Dios en medio nuestro.  Que pueda escuchar su voz, incluso verlo…  ¡¡YO QUIERO DISFRUTAR de la realidad de Dios, del compañerismo profundo con Dios!!

¿Deseamos entrar a esa realidad espiritual?

Eso tiene un requisito: dice 2° Corintios 7:1 “Limpiémonos de toda contaminación”.

Hay muchos que únicamente se quedan con ‘la frase hecha’, con ‘la idea retórica’ de que “Dios está conmigo”.  Pero no viven la realidad de Dios en sus vidas.  No experimentan la Presencia de Dios manifiesta en su casa o cuando van por la calle.  Muchos de ellos son creyentes de años, gente que conoce La Palabra.  Algunos hasta son teólogos, con doctorado en divinidades…  Pero no tienen la realidad de la Presencia de Dios en ellos.

Jesús dijo (a los religiosos y ‘estudiosos’ de su época): 

Juan 5:39-40  Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;  Y no queréis venir a mí para que tengáis vida

Recién dijimos que la fe te lleva a una realidad.  Las Escrituras también te llevan a Cristo.  El Señor dijo “Las Escrituras dan testimonio de mi”.  Entonces no te quedes solo con ‘estudiar Las Escrituras’.  Tienes que avanzar a la realidad de Cristo viviendo en ti.  Sino no tiene sentido tanto estudio.

La fe y La Palabra te revelan a Cristo.  El objetivo es llegar a que sea real esa experiencia espiritual con Él. 

Dios quiere manifestarse en medio de su pueblo. Tu fe te tiene que llevar a que eso se produzca. Pero para ello, hay un requisito: “Limpiémonos de toda contaminación”.

¡¡¡La gloria manifestada es el premio a la pureza!!!

¡¡¡Conozcamos la grandeza de la pureza!!!

¿Qué alcanzamos con la Pureza?

Daniel 1:9 (LBLA)   Dios concedió a Daniel hallar favor y gracia ante el jefe de los oficiales,

Daniel 1:17   A estos cuatro jóvenes Dios les dio conocimiento e inteligencia en toda clase de literatura y sabiduría; además Daniel entendía toda clase de visiones y sueños.

Miren cuántas bendiciones: FAVOR, GRACIA, CONOCIMIENTO, INTELIGENCIA, SABIDURÍA

 ¿Por qué muchos hijos de Dios no marcan la diferencia?  Porque no tienen la realidad de la gloria de Dios en sus vidas, solo llevan una vida de religiosidad,  no entraron en la dimensión donde Dios habite con ellos.

Cuando Dios camina con vos la Gracia y el Favor te afloran en cada aspecto de la vida.  Fluye el conocimiento, la sabiduría.  Imagínate, cuando uno está cargado de la presencia de Dios, a donde vaya lleva la unción, la gracia, la inteligencia…   (Atención jóvenes: si NO somos los mejores estudiantes, no es porque no lo podamos ser, sino porque no queremos).  Nuestros jóvenes serán brillantes si tienen la realidad de Dios en ellos.  Una persona llena de Dios, llena de Su Presencia, puede avergonzar a un sabiondo y dar respuestas que dejen ‘boquiabierto’ a muchos presumidos. 

¿Qué diferencia hay entre el Dios de Daniel y el nuestro?

-      El mismo Dios de Daniel es el Dios que yo sigo.

¿Qué hicieron estos jóvenes para que Dios les diera todo esto?

-      Tomaron una DESICIÓN:

Daniel 1:8  Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse.

¡Ellos se decidieron por una vida de Pureza ante Dios. Se decidieron por la Santidad!

Pureza: (En el Hebrero) Puro / Limpio /lo que no tiene defecto.

Así quiere Dios que estemos nosotros.  Al hablar de pureza podemos ver que cuando Dios estableció la construcción del Tabernáculo, pidió:

-      Oro puro, Aceite puro, Incienso puro, Etc.

Él se iba a manifestar en ese tabernáculo pero debía haber PUREZA.  El premio de la pureza es tener a Dios, Su Gloria, Su Presencia manifestada en medio de nosotros.

Dios está interesado en caminar con nosotros.

Se imaginan lo que podemos hacer Dios y yo en el trabajo.  Dios y yo en la escuela.  Dios y yo en el ministerio…  ¡Cuántos dones, cuántas habilidades surgen cuando camino con Dios!  Piense: Qué capacidad le puede otorgar Dios a Ud.?  Qué habilidades pueden surgir de la realidad de Dios en ti?

¡¡¡WOOOWWW!!! La promesa de Dios es ¡¡VOY A ANDAR CONTIGO!! 

¡¡¡Cuántas cosas tremendas podrán hacer Dios y vos!!! 

Dios dice: nada más límpiate.  ¡Pureza!

Santiago 4:8  Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.

Nos dice: Acercaos a Dios y eso implica: limpieza y purificación.  No basta solo con acercarse, no basta solo con venir a un culto o hacer una oración; también hay que purificarse.  Por eso lo sobrenatural de Dios no se manifiesta y  el evangelio no te funciona.  Porque tal vez te falta pureza.

El proceso de acercarme a Dios, implica limpiarse y purificarse. Cuando hay arrepentimiento comienza una limpieza y purificación que transforma las vidas.

 ¿Cómo nos limpiamos?

 Veamos tres elementos según la Biblia para limpiarnos:

I.             1° Juan 1:7  pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.

 1° Juan 1:8-9  Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.

Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de     toda maldad.

Lo primero que vemos aquí que tiene poder para limpiar es: La Sangre de Cristo.  Aplicar la sangre de Cristo a mis pensamientos, a mis actitudes, a mis palabras…  No digamos que no lo necesitamos, todos cometemos pecado, debemos confesar nuestras faltas para ser perdonados y por lo tanto limpios.  No olvides, somos limpios por la sangre de Jesús, y para que funcione correctamente la limpieza por la Sangre de Cristo lo que hay que hacer es: CONFESAR.  Para bañarse uno se desnuda.  Desnúdese delante de Dios, confiese sus pecados.

II.           Efesios 5:25-26   Maridos, amad a vuestras mujeres,  así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,

  Para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,

 La Palabra de Dios es como un jabón que te lava purificándote. En la medida que aplico lo que dice la Biblia, soy purificado por la Palabra. 

III.         1° Pedro 1:22  Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro;

 La Obediencia purifica mi alma. ¿Ya aprendiste obediencia?  ¿Aprendiste sujeción?  ¿Estás haciendo lo que el Señor te pide?  Debo ser obediente para que la manifestación de la gloria de Dios sea una realidad. Ser lleno de Dios, tener perfume de Dios, olor a santidad. Limpiarme me lleva a la realidad de Dios.

 ¡¡¡¡Dios se va a acercar cuando haya pureza!!!!

Amamos la unción, amamos el gozo, nos encantan los milagros, pero…  EL DÍA QUE NOSOTROS AMEMOS LA PUREZA nuestras vidas cambiarán, pues Dios mismo vendrá y habitará con nosotros!!!