miércoles, 26 de junio de 2013

LAS TRES MAYORES CAUSAS QUE CONTRISTAN AL ESPIRITU SANTO .


Tema Publicado el 15 de febrero de 2011 por Carlos Roca del Equipo de Líderes Pastorales de MCN, en razón de ser el tema que más comentarios recibió lo repetimos para los nuevos amigos del blog.

Pasaje Bíblico
“Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención”. (Efesios 4:30)
“Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí” “No me eches de delante de ti, Y no quites de mí tu santo Espíritu”. (Samos 51:10-11)
Introducción
En el Cuerpo de Cristo hay una triste realidad; y es que, continuamente, estamos ofendiendo, contristando al Espíritu Santo. Esto sucede porque hay muchos corazones que están endurecidos y han perdido la sensibilidad de su presencia, y por esto no pueden oír su voz. Además, sucede que no estamos conscientes de las tres condiciones que mayor enojo le causan y que más contristan al Espíritu Santo de Dios en nuestras vidas, las cuales son: La Rebeldía, La Falta de Comunión con El y La Falta de Perdón (epidemia que azota en gran manera a la iglesia de Jesús).

El Mensaje: Las tres mayores causas por las que el Espíritu Santo se contrista.
¿Qué significa contristar? Contristar es la palabra griega “lupeo”, que significa tristeza, causar dolor, afligir, entristecer. Nosotros como creyentes, con nuestros actos, podemos hacer que el Espíritu Santo se aflija, se entristezca, y además, podemos causarle dolor. Y cuando Él está contristado en nosotros, automáticamente afecta todo nuestro ser y toda nuestra vida.
La diferencia entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo es que el Espíritu Santo es más sensible. Por esto, no apague al Espíritu Santo cuando Él lo está encendiendo del poder y la unción; no apague sus operaciones.

“No apaguéis al Espíritu”. (1Tesalonisenses 5:19)

¿Cómo se apaga al Espíritu? Al no creer en las profecías ni en lo que proviene de Dios, como, por ejemplo, las sanidades; también cuando lo suprimimos en nuestra vida personal y no le dejamos fluir.

“No menospreciéis las profecías”. (Tesalonicenses 5:20)

Hay cosas que causan dolor y tristeza al Espíritu Santo. Tales como:
1. Rebeldía. Ésta va en contra de Dios y de las autoridades establecidas. El origen de la rebeldía está en Satanás.
“Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar su santo espíritu; por lo cual se les volvió enemigo, y él mismo peleó contra ellos”. (Isaías 63:10)

La traducción amplificada de este versículo es: “pero ellos se rebelaron y contristaron al Espíritu Santo”

Existen tres formas principales a través de las cuales se manifiesta la rebeldía, y éstas son:
Las palabras: murmuración y crítica
Los razonamientos: cuestionamientos acerca de la autoridad
Los pensamientos: cuando hay comentarios de murmuración estos provienen de un corazón rebelde.

La rebeldía se puede manifestar como forma de rechazo a la autoridad, y las fuentes de esta rebeldía son:
• El hombre mismo; debido a su naturaleza pecaminosa, la cual produce soberbia, orgullo, amargura y otros.
• Satanás. Él produce rebeldía en el hombre por medio del engaño

Pasos que llevan al hombre a rechazar la autoridad:
Las heridas llevan al: resentimiento, amargura, odio, rebeldía.

Notas importantes para aprender:
• No se deben ver los errores que comete el hombre que está en autoridad, sino la autoridad de la cual está revestido.
• A Dios le corresponde poner y quitar las autoridades.
• Si el hombre en autoridad falla, se equivoca o peca, es a Dios a quien le corresponde actuar.


“Entonces Saúl dijo a Samuel: Yo he pecado; pues he quebrantado el mandamiento de Jehová y tus palabras, porque temí al pueblo y consentí a la voz de ellos. Perdona, pues, ahora mi pecado”,”y vuelve conmigo para que adore a Jehová. (1°Samuel 15:24-25)
“Y no sean como sus padres, Generación contumaz y rebelde; Generación que no dispuso su corazón, Ni fue fiel para con Dios su espíritu”. (Salmos 78:8)
“¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros”. (Hechos 7:51)

2. La Falta de Comunión con Él. Para lograr esta comunión, tiene que haber compromiso, perseverancia y disciplina. Hay tiempos en los que el Espíritu Santo desea tener comunión con nosotros, pero lo ignoramos, y eso lo contrista.
¿Qué es el compromiso? Es tomar una decisión de calidad por un largo tiempo con todo el corazón y sin volver atrás.
Este es el primer paso para poder tener comunión íntima con el Espíritu Santo. Nosotros mismo tenemos que tomar la decisión de tener comunión con Él todos los días, sabiendo que si no lo hacemos, su obra en nosotros estará obstaculizada.
¿Qué es la perseverancia? Insistir, permanecer, quedarse en un lugar en vez de abandonarlo; consistencia, ser constante con una persona en tarea. En el caso de la comunión con el Espíritu Santo, debemos establecer un compromiso y perseverar en él.
¿Qué es la disciplina? Es someter nuestra carne a servidumbre para lograr una meta. La disciplina no es la meta, sino el medio para llegar a ella. Tener comunión con el Espíritu Santo debe ser nuestra meta.
“La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén”. (2° Corintios 13:14)

3. La Falta de Perdón:
¿Qué es la falta de perdón? La falta de perdón es guardar rencor en nuestro corazón hacia una persona que nos hizo un mal o que traicionó nuestra confianza. Tenemos razones para estar heridos; pero, eso no nos da derecho a guardar falta de perdón en nuestro interior, pues eso nos va destruyendo y enfermando poco a poco; a la vez que mantenemos atada a la persona que nos hirió.
¿Qué es perdón? El perdón es una decisión que hay que tomar para soltar, dejar libre a nuestro ofensor. Recuerde que si no practicamos el perdón como estilo de vida, vamos a contristar al Espíritu Santo continuamente. La falta de perdón le abre la puerta al enemigo para traernos enfermedades. Pero recuerde que no se trata tan solo de olvidar lo sucedido, hacer de cuenta que no pasó o negarse a recordarlo, el perdón es una decisión y una conducta que debemos tomar como un estilo de vida.
“Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?” “Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.” (Mateo 18:21-22)

Leer “Los dos deudores” (Mateo 18:23-33)
7 comentarios:

Anónimo7 de mayo de 2011 00:33

Tremendo, muchas veces no nos damos cuenta cuando le estamos contristando. Gracias y Muchas Bendiciones!!


Muchísimas gracias por esta enseñanza


Bueno ...esta enseñanza ayuda mucho para nuestra vida cristiana......gracias


Muy sabias palabras... gracias!! Bendiciones para todos.


REALMENTE HABEMOS PERSONAS QUE NO NOS DAMOS CUENTA QUE ESTAMOS OFENDIENDO AL ESPIRITU SANTO, GRACIAS POR LA ENSEÑANZA MUCHAS BENDICIONES
 
Anónimo30 de marzo de 2013 08:52

Excelente estudio. Muchas gracias.
 
                  Xinia Rodriguez21 de junio de 2013 23:56

Gracias es muy lindo que compartas estos temas tan lindos me son de mucha ayuda y la música es preciosa se siente uno muy bien bendiciones

 

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