Amados hermanos continuamos unidos en oración, ya llevamos 96 días de cadena de oración e intercesión por un avivamiento en Argentina que transforme juventud y familia.
¿Por qué estamos orando? 1.Personal 2.Familia y juventud 3.Proyecto 2010.
La persistencia habla de lucha, de una actitud activa. ¡Con cuanta facilidad descuidamos el tiempo de oración y relegamos a los momentos más limitados nuestro tiempo con Dios.
Orar es batallar y quien batalla en Jesucristo siempre es victorioso. Orar es construir sobre la roca en donde los vientos y el mar no podrán hacer daño alguno. Orar es plantar una semilla que traerá frutos. Orar es defender y cubrir; cubrir de los ataques del maligno al hermano, al amigo y a los que amamos; es ponernos en la brecha, (con frecuencia, en nuestros días, el vallado protector alrededor de las familias está en una desastrosa condición).
Dios busca todavía intercesores que puedan vigilar «en la brecha» y ayudar a repararla mediante la oración; alguien que se pare sobre la brecha, y sirva de vínculo entre la misericordia divina y la necesidad humana.
El que ora se enriquece a si mismo y enriquece a los demás, de aquí la importancia de persistir en la oración como individuos y también como iglesia.
Jamás usarás mejor tú tiempo que cuando te postras delante del Señor en oración, ese es un tiempo especial, único, mágico.
¡Persiste en él, no lo descuides! ¡Tú preparación esta en la oración!!!
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