No hay resurrección si no hay muerte, lo vemos en la vida de Cristo, él primero muere y luego viene el levantamiento de la tumba.
El concepto de "morir al yo" expresa la verdadera esencia de la vida cristiana, en la que tomamos nuestra cruz y seguimos a Cristo, en donde morimos a nuestros "derechos".
Todos nosotros tenemos derechos, y entonces viene el Señor y nos dice que tenemos que perder nuestros derechos, y esto es parte de morir, ahora esto es muy difícil de hacer pero con la ayuda del Señor podemos lograrlo; y es por eso que muchos cristianos tienen una vida promedio, una vida mínima porque nunca aprendieron a morir, pero cuando lo hagan van a encontrarse con la vida plena, se van a encontrar con otro nivel de gloria.
Mateo 10:39 (RVR1960)
"El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará."
Estábamos muertos, y al encontrar a Cristo hallamos la vida, pero ahora nos toca morir. Es decir el que halló la vida la tiene que perder, y cuando la pierde la vuelve a encontrar y aquí se produce una especie de círculo virtuoso.
Morir a sí mismos es un acontecimiento y un proceso de toda la vida. Lo que Dios nos quiere enseñar apunta a la muerte del creyente, pero también tenemos que entender que el único que se opone a este tipo de muerte es Satanás.
Todos queremos la "gloria" pero nadie quiere sufrir, pagar el precio. El sufrimiento en alguna forma siempre va a ser una parte de ser un verdadero seguidor de Cristo.
A menudo nuestro mayor sufrimiento proviene del interior cuando batallamos para tener control sobre nuestro corazón que debe morir a su propia voluntad y entregarse al señorío de Cristo.
1 Pedro 4:13 (RVR1960)
"sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría."
Ejemplos de algunos de los padecimientos de Cristo.
Isaías 50:6 (RVR1960)
6 Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondí mi rostro de injurias y de esputos.
Marcos 15:34 (RVR1960)
34 Y a la hora novena Jesús clamó a gran voz, diciendo: Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? que traducido es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?
Isaías 53:3 (RVR1960)
3 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
Mateo 13:55 (RVR1960)
55 ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas?
Hechos 8:33 (RVR1960)
33 En su humillación no se le hizo justicia; Mas su generación, ¿quién la contará? Porque fue quitada de la tierra su vida.
Mateo 5:11 (RVR1960)
11 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.
Mateo 10:22 (RVR1960)
22 Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
Mateo 19:29 (RVR1960)
29 Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna.
La pregunta que tenemos que hacernos ¿ Como hacemos para morir?
Marcos 14:3-8
"[...] Esta ha hecho lo que podía; porque se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura."
Dios nos tiene que prepara a través del ungimiento. La unción no es solamente para las manifestaciones del E.S. sino sobre todo es para prepararnos para morir. Si no hay ungimiento sobre la cabeza (mente) no estamos preparados para morir.
Eclesiastés 9:8 (LBLA)
“En todo tiempo sean blancas tus ropas, y que no falte ungüento sobre tu cabeza.”
En cualquier forma que se presente el sufrimiento, debemos aceptarlo como una insignia de honor y un privilegio en el cual nos gozamos, tal como los apóstoles, “…de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre.” (Hechos 5:41).
Morir al "yo" no es una opción para los cristianos; es una elección que nos lleva a la vida eterna!
Transcripción por Gustavo A. Gomez
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