jueves, 14 de mayo de 2015

LA OFRENDA COMO UN ACTO DE ADORACIÓN

Por el Maestro Carlos Roca. De la Serie: "Diezmos, Ofrendas y Primicias". (Parte 3 de 10)
Continuando con esta serie de temas, nos abocaremos a incursionar en los principios que permitan que mi ofrenda sea un acto de adoración.
DEFINICIÓN TEOLÓGICA DE OFRENDA

"Se entiende por ofrenda, un don que se ofrece y dedica a Dios. En este sentido todo cuanto dedicamos a Dios es ofrenda".
Ofrenda: Esta Palabra viene del vocablo hebreo "Minjah" tiene varios significados: Ofrenda; tributo; presente; don, sacrificio; oblación. El antiguo Testamento contiene varios nombres que tienen que ver con algún tipo de "ofrenda." Minjah se encuentra unas 200 veces en el Antiguo Testamento. Existían diferente tipo de ofrendas.
Es importante hacer notar que en el caso de las ofrendas son voluntarias, en cambio el  diezmo no lo es.
¿QUIÉN Y CÓMO SE PRESENTA LA OFRENDA PARA QUE SEA UN ACTO DE ADORACIÓN?

¿Cómo debo presentarme delante de Dios?

Éxodo 23:15  “… y ninguno se presentará delante de mí con las manos vacías”
Levítico 7:30  Sus manos traerán las ofrendas que se han de quemar ante Jehová; traerá la grosura con el pecho; el pecho para que sea mecido como sacrificio mecido delante de Jehová.
Deuteronomio 16:16-17  “… Y ninguno se presentará delante de Jehová con las manos vacías””

¿Cómo quiere Dios que presente mi ofrenda?

Mat 5:23-24  Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tú hermano tiene algo contra ti,
24  deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.

¿Quién presenta la ofrenda?

-"Esta es la ley de la ofrenda: La ofrecerán los hijos de Aarón delante de Jehová ante el altar." Levítico 6:14
-      - Los sacerdotes

¿Quiénes son sacerdotes?

Apocalipsis 1:6  y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.

 Y nos hizo reyes y sacerdotes, reyes en relación con los hombres y sacerdotes en relación con Dios, sirviéndole día y noche en su templo

Éxodo 19:6  Vosotros me seréis un reino de sacerdotes, un pueblo consagrado a mí..." (DHH)

No implica solo dinero, sino “todo” lo que presentemos a Dios debe ser en adoración.

No solo nadie se presentará con las manos vacías, sino con las vestiduras sacerdotales limpias.

Como Sacerdotes, debemos prepararnos para presentar la ofrenda que hemos consagrado en nuestra casa,  y honrar a nuestro Dios.

Y cuando ofreciereis sacrificio de ofrenda de paz a Jehová, ofrecedlo de tal manera que seáis aceptos." Levítico 19:5
La ofrenda de la viuda

 Lucas 21:1-4 Levantando los ojos, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de las ofrendas.
2  Vio también a una viuda muy pobre, que echaba allí dos blancas.
3  Y dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos.
4  Porque todos aquéllos echaron para las ofrendas de Dios de lo que les sobra; más ésta, de su pobreza echó todo el sustento que tenía.

El valor de una ofrenda lo determinan dos cosas:

1 - El espíritu con que se da. Una ofrenda que se hace por obligación, a regañadientes o para presumir, pierde casi todo su valor. La única ofrenda que vale la pena es la que sale de un corazón de amor, la que se da con libertad y voluntad.

2 - El sacrificio que supone. Lo que es una miseria para uno puede ser una fortuna para otro. Las ofrendas que los ricos dejaban caer para que todos las vieran no les suponían ningún sacrificio; pero las dos blancas de la viuda eran todo lo que tenía.

Probablemente los ricos ofrendaban después de calcular el valor de cada moneda. Ella daba con la máxima generosidad, porque no tenía más.

El dar no empieza a ser real hasta que me cueste.

1Crónicas 21:24  Entonces el rey David dijo a Ornán: No, sino que efectivamente la compraré por su justo precio; porque no tomaré para Jehová lo que es tuyo, ni sacrificaré holocausto que nada me cueste.

Holocaustos que no nos cuestan nada

Los holocaustos ofrecidos a Jehová que no nos cuestan nada son presentados diariamente en nuestro medio:

1.  Regalamos nuestras ropas usadas y gastadas a la iglesia, creyendo que somos "muy caritativos".

2.  Cuando piden alimentos para paliar una emergencia en la iglesia, ofrecemos los productos más baratos y de mala calidad.

3.  Al solicitarse voluntarios para cualquier área del ministerio de la iglesia, ofrecemos el tiempo que nos sobra sin que afecte nuestro esparcimiento y descanso.

4.  Meditemos en nuestras ofrendas a Dios, y ofrezcámosle holocaustos dignos de su grandeza.

La Ofrenda de Abel:
Cuando traemos nuestras Primicias, tenemos que tener en mente lo que Dios desea para nosotros: 1- Lo primero, 2- Lo mejor y 3- Lo escogido.
Esto lo podemos ver en las ofrendas de Caín y Abel. La Escritura relata que “Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda” Génesis 4:3-4
De Caín se dice que “trajo del fruto de la tierra una ofrenda”; pero de Abel se dice que trajo de los “primogénitos (primeros nacidos) y de los más gordo (lo mejor, lo escogido); por lo tanto, Dios miró con agrado el corazón adorador de Abel y su buena ofrenda.
Se ha dicho muchas veces que a Dios le agradó más la ofrenda de Abel porque eran sacrificios de animales; pero eso no es lo que podemos ver en este relato ni en la celebración de las fiestas de la Primicias. Lo que Dios ve con agrado es que el adorador propone en su corazón darle a Dios:
1-   Lo primero
2-    Lo mejor
3-   Lo escogido
Y cuando ofreciereis sacrificio de ofrenda de paz a Jehová, ofrecedlo de tal manera que seáis aceptos." Levítico 19:5
A veces solo nos preocupamos solo por cuanto damos, pero debo preocuparme por ser  aceptado como un dador que agrada a Dios.

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Publicado por Carlos Roca, del Equipo Ministerial de MCN – Serie: Diezmos, Ofrendas y Primicias. (Parte 3 de 10)



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