Publicado por Carlos Roca del Equipo de Líderes Pastorales de MCN.
Autor: DR APOSTOL SERGIO G. ENRIQUEZ O.
Ha llegado el momento de aumentar nuestra dosis de
oración, ayuno, y búsqueda intensa del Señor, estamos entrando en una especie
de embudo en el cual no muchos podrán pasar.
2 Timoteo 3:1 SRV Esto también sepas, que
en los postreros días vendrán tiempos peligrosos:
Estamos en las postrimerías de los últimos días y
hemos tenido que defender nuestras creencias. Desde el principio los apóstoles
le hablaron a la iglesia que tenían que defender su fe, porque el justo por la
fe vivirá.
Salmos 11:3 SRV Si fueren destruidos los fundamentos, ¿Qué ha de hacer el justo?
El ataque que viene en estos tiempos es al corazón
de las personas, por eso la Biblia nos da advertencias, y nos dice:
"Cuando vayas a la guerra no lleves gente de corazón apocado"; en
otras versiones dice: "de corazón pusilánime", porque cuando vean la
guerra se pueden atemorizar y si llevan uno cuyo corazón es apocado, ese uno
hará que los demás también sean apocados en su corazón.
El Señor nos dice: "Dame hijo mío tu
corazón", porque el único que lo va a poder guardar, es el Señor y el
Espíritu Santo. No estamos en un momento para quedarnos estáticos, sino que
estamos en un momento en donde todos los cristianos, debemos estar como los del
libro del Profeta Nehemías: con la espada en una mano y edificando con la otra.
Definitivamente tenemos que comprender que estamos viviendo en un tiempo
extraordinario pero a la vez peligroso. Nehemías como buen escriba, ocupó todos
sus días para estudiar y escudriñar las Escrituras, ponerlas en práctica y
después enseñarlas. Por eso es que este es un llamado para que levantemos
nuestra cabeza, porque nuestra redención está cerca; pero con eso debemos notar
que si la Biblia dice que debemos levantar nuestra cabeza, es porque de alguna
forma la llevamos inclinada; o sea que de alguna manera vendrá un ataque, que
nos dejará con semblante triste pero el corazón también tiene que ver con esto,
por eso "Sobre toda cosa guardada, guardemos nuestro corazón, porque de él
mana la vida".
De tal manera que lo primero que necesitamos
fortalecer es nuestro corazón.
Santiago 5:8 LBA Sed también vosotros
pacientes, fortaleced vuestros corazones, porque la venida del Señor está
cerca.
El Apóstol Santiago nos está dando una semilla de
lo que vendrá en el tiempo final. Vemos en el libro de Josué en donde le dicen
cuatro veces que sea valiente y que no tema ni desmaye, o sea que él se
enfrentaría con situaciones difíciles que lo harían retroceder si no estaba
fortalecido. A la venida del Señor Jesucristo, vendrán cosas que debilitarán
nuestros corazones, la iniquidad es un ejemplo: "y en aquellos días el
aumento de la iniquidad será tanta, que el amor de muchos se enfriará".
Sea por una o por otra situación pero podemos ser alcanzados por ese
enfriamiento de amor por Dios.
Habrá pastores que estarán predicando la sana
doctrina y verán que las personas no llegan a sus congregaciones, porque
preferirán irse con pastores que no están enseñando sana doctrina; en ese
momento ese pastor tiene que fortalecer su corazón en fe para no cambiar la
sana doctrina por doctrinas distractoras solo por tener más gente. Vienen cosas
paralelas a la venida del Señor que nos querrán atemorizar, eso sin lugar a
duda se dará, pero entonces el Apóstol Santiago dice que no nos preocupemos y
que fortalezcamos nuestro corazón; la pregunta ahora es: ¿cómo hacemos para
fortalecerlo?
Hebreos 13 9 NAF No os dejéis arrastrar
por cualquier tipo de doctrina que os venga de fuera; lo que de veras vale la
pena es que la gracia de Dios llene de fortaleza vuestro corazón, que las
reglas sobre alimentos de ningún provecho han servido a quienes las han
observado.
Aquí está diciendo la Palabra que dejemos la
religiosidad, que pensando que por comer o no comer algo, seremos mayores; no pongamos
en nuestro corazón argumentos religiosos que tienen fama de que uno es
espiritual cuando hace determinadas situaciones porque lo que debemos hacer es
fortalecer el corazón con la gracia de Dios.
Pero ¿cómo hayamos gracia de Dios para fortalecer
el corazón? En la Biblia vemos que el humilde haya gracia.
Rut 2:2 SRV Y Ruth la Moabita dijo á Noemí: Ruégote que me dejes ir al campo, y
cogeré espigas en pos de aquel á cuyos ojos hallare gracia. Y ella le
respondió: Ve, hija mía.
Ruth llegó al campamento que le correspondía y
cuando salió el jefe de todos los siervos le dijo que si le dejaba recoger
espigas de las que dejaban los siervos; entonces él le preguntó su nombre,
preguntó por su marido, preguntó si tenía dinero, preguntó si tenía padre, pero
resulta que ella era viuda, extranjera, huérfana, pobre y estaba recogiendo
espigas, esperando que todos los demás hicieran su trabajo para ella recoger lo
que los demás dejaban tirado. Ruth trabajó todo el tiempo; era constante y Booz
mandó a llamarla a su mesa y se convirtió en su esposa. Por eso tenemos que
hallar gracia y para eso debemos suplicarle a Dios que la derrame sobre nuestra
vida. Su Palabra dice:
Zacarías 12:10 SRV Y derramaré sobre la Casa
de David, y sobre los moradores de Jerusalén, Espíritu de gracia y de
oración...
Si en nuestro país estamos viviendo un tiempo de
gran avivamiento, es sólo por la gracia del Señor, porque donde abunda el
pecado sobreabunda la gracia. Debemos comprender que las cosas buenas que
vivimos son por Su gracia y eso fortalece nuestro corazón; entonces podemos
pedirle a Dios cualquier cosa que pensemos o que deseemos pero lo esencial es
que la gracia de Dios fortalezca nuestro corazón porque no se puede de otra
manera, roguemos entonces a Dios que Su gracia venga sobre nuestra vida y
familia, para fortalecer nuestros corazones, para hacer un ejercicio
cardiovascular espiritualmente hablando y así poder tolerar cualquier cosa, ya
que de lo contrario podemos afligir nuestra alma fácilmente con cualquier
situación y eso nos hará retroceder en la fe.
Cuando esa gracia gloriosa de Dios llega a
nosotros, podremos hacer hazañas y prodigios, cosas que jamás pensamos que
pudiéramos hacer.
2 Crónicas 17:6 BNC Su corazón se fortaleció
en los caminos de Yahvé, e hizo también desaparecer de Judá los excelsos y las
Aseras.
Nuestro corazón también se fortalece en los caminos
del Señor, y para caminar en Sus caminos debemos hacer lo que dice el Profeta
Isaías:
Isaías 55:8 SRV Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos
mis caminos, dijo Jehová.
En otras palabras si nosotros vamos a ser
fortalecidos en los caminos del Señor, tenemos que conocer Sus pensamientos,
porque de lo contrario no podremos caminar en Sus caminos. Si no conocemos Su
manera de pensar; si no nos ofrecemos en sacrificio vivo, santo agradable para
renovar nuestra mente; tendremos problemas porque a veces bajamos la guardia en
la renovación de nuestro entendimiento y nos dejamos llevar por muchas cosas
vanas como noticias, televisión, internet, etc.
Uno de los grandes privilegios que tienen los
predicadores es que están constantemente estudiando la Biblia, sin embargo si
una ovejita que no tiene que predicar, también estudia la Palabra, la escribe,
lo hace porque ama la Palabra; cuando menos se lo imagine, el Señor le enviará
a predicar porque verá su corazón fortalecido y dispuesto a servirle. Pero esa
persona está renovando su mente, y cuando renueva su mente conoce los
pensamientos de Dios; cuando conoce los pensamientos de Dios, camina en los
caminos de Dios y cuando camina en los caminos de Dios fortalece su corazón;
por eso debemos pedirle a Dios nos ayude para pensar lo que El piensa.
Marcos 8:33 SRV Y él, volviéndose y mirando á sus discípulos, riñó á Pedro, diciendo:
Apártate de mí, Satanás; porque no sabes las cosas que son de Dios, sino las
que son de los hombres.
Algunas veces nos relacionamos con hermanos que son
humanistas, que en lugar de ayudarnos a que avancemos espiritualmente hablando,
nos detienen y nos tachan de fanáticos cuando queremos ir siempre a la Iglesia,
cuando nos ven que buscamos con intensidad al Señor. Cuando nos relacionamos
mucho con humanistas, terminamos como ellos; el humanismo es el que siempre
anda en búsqueda no de la voluntad de Dios, sino de la complacencia del hombre,
que el hombre se sienta bien, cómodo, a gusto, por eso es que muchas veces nos
sentimos confrontados ante la palabra cuando no estamos en el mismo sentir.
Proverbios 14:12 SRV Hay camino que al hombre parece derecho;
Empero su fin son caminos de muerte.
El camino de Dios es extraordinario, pero sólo lo
comprenden los que son espirituales.
Salmo 10 17 LBA Oh Señor, tú has oído el deseo de los humildes, tu fortaleces su corazón
e inclinarás Tu oído.
Aquí vemos que el deseo de los humildes era
fortalecer su corazón. Todos nosotros en alguna medida somos orgullosos, quiere
decir que si en alguna medida somos orgullosos, en otra medida somos humildes,
pero lo que debemos hacer es morir al viejo hombre y que seamos mansos y
humildes de corazón como Jesús pero fortalecidos por Su amor.
Salmos 31:25 RVG Esforzaos todos vosotros
lo que esperáis en Jehová y El fortalecerá vuestro corazón.
Nosotros debemos esforzarnos en esperar en Jehová.
Hebreos: 4:11 RV Esforcémonos pues por
entrar en el reposo del Señor.
Tenemos que esforzarnos por entrar en Su reposo;
una manera de hacerlo es cuando estamos pasando problemas muy grandes y
seguimos creyendo en el Señor, hacemos lo que nos corresponde, lo posible,
porque lo imposible lo hará El. Nosotros trabajemos lo que nos corresponda y
cuando ya no podamos más El lo hará por nosotros, nada hay imposible para El,
porque es Todopoderoso.
En nuestra vida diaria para los que somos padres,
podemos verlo con nuestros hijos, nos preocupa su futuro, pero deberíamos tener
la seguridad que estarán bien aunque hoy veamos lo contrario, porque si ya los
hemos presentado al Señor, hemos orado por ellos, los hemos bendecido, los
corregimos, los amamos y vemos que no hay cambios, debemos sostenernos en la
promesa que el Señor nos ha dejado: "Todos tus hijos serán enseñados por
el Señor y grande será el bienestar de tus hijos, es la herencia de los siervos
de Dios". Reposemos en Su promesa y en Su tiempo la alcanzaremos.
LBA Salmos 104:15 Y vino que alegra el
corazón del hombre, para que haga brillar con aceite su rostro y alimento que
fortalece el corazón del hombre.
Aquí está hablando de un alimento espiritual, ese
alimento alegrará nuestro corazón y nos fortalecerá. Cuando tenemos Palabra de
Dios en nuestro corazón tenemos armas para responderle al mismo diablo con
poder de Dios si estamos fortalecidos por la Palabra y aunque atravesemos
tormentas, estaremos fortalecidos porque tenemos alimento.
Dios nos envía alimento en
abundancia, por lo tanto debemos aprovecharlo y no menospreciar la prédica de
la Palabra de Dios que nos da fortaleza en nuestro corazón. Si nuestro corazón
se fortalece, se fortalecerán las rodillas endebles, las manos, los ojos, todo
nuestro cuerpo, nuestros lomos serán ceñidos y no importa lo duro de la batalla,
nuestro corazón fortalecido nos hará vencer las tentaciones que el enemigo
pueda lanzar a nuestra vida.
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