Salmos 146:5-10
Bienaventurado aquel cuyo
ayudador es el Dios de Jacob, Cuya
esperanza está en Jehová su Dios, 6.El cual hizo los cielos y la tierra, El mar, y todo lo que en ellos hay; Que guarda verdad
para siempre, 7.Que hace
justicia a los agraviados, Que da pan a los hambrientos. Jehová liberta a los
cautivos; 8. Jehová abre los
ojos a los ciegos; Jehová levanta a los caídos; Jehová ama a los justos.
9. Jehová guarda a los extranjeros; Al
huérfano y a la viuda sostiene, Y el camino de los impíos trastorna. 10.
Reinará Jehová para siempre; Tu
Dios, oh Sion, de generación en generación.
Aleluya.
Cuán fácil es “desesperanzarse” en estos días, con sólo mirar los noticieros o mirar dentro de algún hogar podemos encontrar miles de situaciones o excusas para estar desesperanzados. Corazones dolidos, vidas afligidas, cuestiones que para algunos tienen punto final y no tienen salida.
Escucharemos frases como:
“El doctor
me dijo que no tiene solución”“Nadie me ama”
“Esta herida nunca se me cerrará”
“No puedo”
“Jamás seré
feliz”
“¿Porqué me
siento tan solo y tan vacío?”.
Frases de gente que no sabe…
Realmente no sabe que hay un Dios que los ama con tanta pasión que hizo algo impensable,
algo que para nuestra mente humana sería locura. El mismo Dios envió a su hijo
por nosotros, Jesús siendo hijo de Dios
dejó de lado todos los privilegios de la divinidad y se rebajo a ser
simplemente como nosotros ¿qué locura verdad? Ser Dios y dejar todo. A veces
podemos entender un poco esa locura cuando nos enamoramos o cuando protegemos a
nuestros pequeños hijos, nada ni nadie nos para, a la hora de rescatar a nuestro ser amado.
Pero hay muchos que no conocen o “no ven” el Dios
todopoderoso que está presente junto a ellos por medio de su Espíritu Santo.
Hasta que un día, sus ojos se abren: conocen a
Jesucristo, él es la puerta que abre sus ojos y su corazón. El mismo Jesús es la
puerta de AMOR, la puerta a la ESPERANZA.
Cristo será su motivo perfecto por estar
esperanzados, ¿cómo no tener FE en alguien tan grande y poderoso? Y como si
fuera poco, te invita a ser su hijo, te adopta y te llena la vida de
bendiciones y felicidad.(Juan 1:12)
Como dice Salmos 146
“Bienaventurado” (tres veces feliz) aquel que busca la ayuda de Dios y pone su
esperanza en él, seguramente no saldrá perdiendo si lo hace.
Ahora te pregunto a ti amado lector: ¿Te gustaría
ser mucho más que feliz?
La respuesta es obvia, ¿no? Mirando atentamente el
Salmos 146 podemos ver por qué debemos poner
nuestra esperanza en Dios.
Tenemos la disposición de Dios en la palma de la
mano, pero hay una condición: debo creer y querer, debo anhelar y buscar.
Marcos 11:22
“Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios”.
Mateo 7:7
"Pidan, y Dios les dará;
busquen, y encontrarán; llamen a la puerta, y se les abrirá
Es la parte que nos toca a nosotros, el buscar-pedir su ayuda y creer
con todo mi corazón que él es capaz y tiene todo el poder para ayudarme en todo
lo que necesite. El está dispuesto y está allí esperando a la puerta a que nos
decidamos a llamarlo.
Apocalipsis 3:20
BAD. “Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la
puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo”.
El Rey David entendió esto y estos versículos lo expresan:
Salmos 31:2
“Inclina a mí tu oído, líbrame pronto; Sé tú mi roca fuerte, y fortaleza para salvarme”
Salmos 46:1-3 BAD.” Dios es nuestro amparo y
nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia.
2
Por eso, no temeremos aunque se desmorone la tierra y las montañas se
hundan en el fondo del mar; 3 aunque rujan y se encrespen sus aguas, y ante su furia tiemblen los montes“.
Por eso acerquémonos a él
confiadamente:
Hebreos_4:16 “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”.
Cristo…
Es la puerta,
Mí pronto auxilio,
Mí Salvación,
Y La Solución.
Por eso digo: ¡Sí, HAY
ESPERANZA!
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