De un estudio del Apóstol Sergio Enriquez (trascripto por Carlos Roca del Equipo de Líderes Pastorales de MCN)
Santiago 5:7-8 Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. 8 Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca.
Debemos seguir esperando a nuestro Señor Jesucristo el tiempo que sea necesario; también saber que la voz de Dios ha estado sobre nuestra vida para que continuemos adelante en la obra a la cual, El nos ha llamado a trabajar y aunque en el mundo estén engañando a muchos diciendo que El no regresará; nosotros sí lo esperaremos el tiempo que sea necesario y avanzando en la calzada de la santidad.
No obstante podríamos vivir un tiempo no muy grato por esperar; pero también debemos saber que existe una bendición que produce el hecho de esperar la voluntad de Dios; un ejemplo lo podemos ver cuando Saúl no esperó el tiempo que le indicó el profeta Samuel y al final le quitaron el reino, para que tiempo después ese reino lo ejerciera David; aunque David cometió un pecado que quizá muchos de nosotros lo tildaríamos con cualquier tipo de epítetos; a él no le quitaron el reino; el pecado de adulterio que David cometió, hizo que mataran a muchos de sus amigos y al final Dios mismo le dijo que la espada no se apartaría de su casa; pero se arrepintió y siguió buscando el rostro de Dios; pero nuevamente señalamos que no le quitaron el reino; sin embargo a Saúl por no haber esperado el tiempo de Dios, el tiempo que le habían dicho que esperara; eso hizo que le quietaran el reino.
También en la Biblia vemos que Moisés subió al monte y el pueblo no quiso esperarlo con las ordenanzas de Dios, y en su lugar levantaron un ídolo, actitud que desagradó el corazón de Dios. Lo lamentable es que ese espíritu inmundo de desesperación, sigue vigente a nuestros días, porque algunos cristianos que se desesperan, empiezan a caminar de acuerdo a sus propios preceptos y se enfrentan a grandes derrotas, porque pensaron que por estar esperando en la voluntad de Dios, perderían la oportunidad de su vida en cualquier ámbito. Lo mejor que podemos hacer es seguir buscando el rostro de Dios y esperar en El toda la vida si es necesario y no adormitar como las vírgenes que se durmieron y cuando despertaron, vieron que el novio venía pero casado.
Debemos insistir en que lo mejor que podemos hacer es esperarlo el tiempo que El nos mande a esperar porque esa espera, finalmente tendrá galardones como lo veremos a continuación:
NO SEREMOS AVERGONZADOS
Ciertamente ninguno de los que esperan en ti será avergonzado; sean avergonzados los que sin causa se rebelan. (Salmos 25:3 LBLA)
NINGUNO = NADIE
Ninguno que haya puesto su esperanza en Dios será avergonzado; así como los tres jóvenes hebreos que no doblaron sus rodillas ante Nabucodonosor y prefirieron ser lanzados ante el horno de fuego siete veces calentado; pero Dios no los dejó avergonzados; no permitió que se quemaran en absoluto y lo que vieron los soldados de Nabucodonosor fue a un cuarto varón como el hijo de los Dioses junto a los jóvenes hebreos.
Escatológicamente hablando esto significa los siete años de tribulación; los tres jóvenes hebreos están tipificando el pueblo de Israel y los que los lanzan son las naciones, pero ellos morirán. Pero el punto es que Dios no nos fallará, El no permitirá que seamos avergonzados porque la esperanza no avergüenza.
NO SEREMOS CONFUNDIDOS
Ciertamente ninguno de cuantos en ti esperan será confundido: Serán avergonzados los que se rebelan sin causa. (Salmos 25:3 SRV)
Hoy día podemos decir que el mundo tiene una gran confusión por todo lo que está sucediendo alrededor del mundo; y lo que menos están haciendo es esperar a nuestro Señor Jesucristo, por ejemplo: en las noticias más recientes, vemos que muchos de los que se dicen llamar cristianos, están participando de la navidad y nada los diferencia de lo que hacen en el mundo; de tal manera que viven en una gran confusión; pero nosotros los que esperamos a nuestro Señor Jesucristo no seremos confundidos; nos dieron un antídoto contra Babilonia porque Babilonia significa: confusión.
SEREMOS PRESERVADOS
La integridad y la rectitud me preserven, porque en ti espero. (Salmos 25:21 LBLA)
La actitud que podamos tener de esperar a nuestro Jesús, nos convertirá como si fuéramos imán, seremos atraídos a la integridad y a la rectitud; virtudes que lamentablemente se han perdido y no se podrán recuperar, si no es a través del Espíritu Santo, lo cual a la vez, nos estará purificando porque dice la Biblia que el que espera en Dios, se purifica a sí mismo; aunque esto puede ser parte de un proceso; pero un día nos llevará a que seamos completamente íntegros y rectos de corazón lo cual nos dará como resultado que seamos preservados aun de la pretribulación que está iniciando en el mundo.
El Señor me librará de toda obra mala y me traerá a salvo a su reino celestial. A Él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. (2 Timoteo 4:18 LBLA)
Una vez que seamos preservados por Su amor; nos conducirá a Su reino celestial; pero necesitamos esperarlo todo el tiempo, porque dice la Biblia que el día que no lo estemos esperando, ese día vendrá nuestro Señor Jesucristo.
SEREMOS AYUDADOS
Jehová es mi fortaleza y mi escudo: en él esperó mi corazón, y fui ayudado; por lo que se gozó mi corazón, y con mi canción le alabaré. (Salmos 28:7 SRV)
El efecto de esperarlo, es que seremos ayudados y el efecto secundario será que nuestro corazón se llenará de gozó y con nuestro cántico lo alabaremos. Lo que viene a nuestra vida es la ayuda de nuestro Señor porque verá nuestra espera en El. Debemos saber que para heredar las promesas, debemos tener fe, pero también paciencia porque la prueba de nuestra fe, produce paciencia.
SEREMOS ALENTADOS
SEREMOS ALENTADOS
Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, y tome vuestro corazón aliento. (Salmos 31:24 SRV)
Debemos esperar, pero también debe existir un esfuerzo en la espera que estemos haciendo y como consecuencia seremos alentados en nuestro corazón, con nuestro ojos puestos en nuestro Señor Jesucristo autor y consumador de nuestra fe. Debemos pedirle a Dios que nos fortalezca y que podamos volver a empezar como al principio cuando no existía nada que nos desviara del anhelo de agradar el corazón de Dios en todo momento.
SEREMOS CERCADOS POR LA MISERICORIDA DE DIOS
Muchos dolores para el impío; Mas el que espera en Jehová, lo cercará misericordia. (Salmos 32:10 SRV)
Los que se han levantado a decir que nuestro Señor Jesucristo no volverá; lo único que están haciendo con eso es quitarle la cerca de misericordia de Dios a Su pueblo; pero los que seguimos esperando el regreso de nuestro Señor Jesucristo, seguimos siendo cercados de Su misericordia y tendremos todos los beneficios que hemos estudiado en esta oportunidad. Debemos dejar que la misericordia de Dios nos envuelva para que cuando el acusador nos quiera atacar, estemos seguros que El se levantará a favor nuestro.
SEREMOS VIGILADOS POR JEHOVA
He aquí, el ojo de Jehová sobre los que le temen, Sobre los que esperan en su misericordia; (Salmos 33:18 SRV)
Los que esperamos a nuestro Señor Jesucristo, tendremos la vista de Dios sobre nosotros para que no haya ningún enemigo que nos atemorice.
SEREMOS POSEEDORES DE UNA NUEVA TIERRA
Porque los malhechores serán exterminados, más los que esperan en el SEÑOR poseerán la tierra. (Salmos 37:9 LBLA)
Nos espera la tierra en abundancia mientras esperamos el retorno de nuestro Señor Jesucristo.
SEREMOS EXALTADOS POR EL SEÑOR
SEREMOS EXALTADOS POR EL SEÑOR
Espera en el SEÑOR y guarda su camino, y El te exaltará para que poseas la tierra; cuando los impíos sean exterminados, tú lo verás. (Salmos 37:34 LBLA)
Todo cuanto hemos visto, son promesas de Dios, no son pensamientos humanistas de ningún hombre; pero veremos en su momento la perdición de los que confían en brazo de hombre.
DIOS RESPODERÁ POR NOSOTROS
Porque en ti espero, oh SEÑOR; tú responderás, Señor, Dios mío. (Salmos 38:15 LBLA)
Esperando en El, nos responderá por todo cuanto necesitemos mientras estemos en la tierra y en todo momento.
DIOS INCLINARA SU OIDO A NUESTRO CLAMOR
Al SEÑOR esperé pacientemente, y El se inclinó a mí y oyó mi clamor. (Salmos 40:1 LBLA)
Si lo esperamos pacientemente; El nos escuchará todo cuando nosotros le hablemos, nunca cerrará Su oído a nuestro clamor, pero será como consecuencia de haberle esperado pacientemente.
SU PALABRA ESTARA EN NUESTRA BOCA
No quites jamás de mi boca la palabra de verdad, porque yo espero en tus ordenanzas. (Salmos 119:43 LBLA)
Nuestra oración debe ser: conservar el privilegio de ser Su boca, al anunciar Su verdad; porque lo esperaremos el tiempo que sea necesario; anhelando que Su gracia sea derramada sobre nuestra vida y que nuestra vida sea completamente para El; que no haya cansancio que nos detenga o desanime de seguirle esperando y sirviendo porque si vivimos, para El vivimos.
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