“… oro, incienso y mirra.” Mateo 2:11
Las ofrendas de los magos no son incompatibles con nuestro mundo actual. Aunque el mundo de hoy se caracteriza por correr alocadamente buscando algo que logre satisfacernos.
Mientras nosotros corremos, los magos se detienen debajo de una estrella. Mientras nosotros buscamos, los magos dan. Mientras nosotros reclamamos ellos adoran. Oro, incienso y mira fueron las cosas más preciosas que hallaron para ofrecerle al rey que acababa de nacer. (Los estudiantes de la Biblia han visto en los regalos, símbolos de la identidad de Cristo).
La mirra (una especie para un hombre mortal, que iba a morir) era un perfume que simbolizaba la muerte de aquel niño, en la cual nosotros podemos alcanzar salvación.
El incienso (un regalo para una divinidad); simboliza las oraciones de los santos que se elevan al cielo en adoración a Dios.
Y el oro (era un regalo digno de un rey) y que conlleva a la entrega de todos nuestros bienes materiales para su gloria.
No fueron cosas baratas las que ofrecieron los magos de Oriente, pero cada una de ellas puede simbolizar lo que tú tienes para ofrecerle al Señor. (Aceptarle como tu salvador, orar con pasión y ser un dador alegre).
No es que Dios necesite de nuestras ofrendas pero Él quiere saber hasta donde le amamos y si somos capaces de dar para su obra con un corazón alegre.
Ofrendar es un acto de adoración tanto como orar o cantar, y cuando ofrendamos le estamos diciendo a Dios, con profunda adoración, cuán agradecidos estamos por las cosas qué nos da.
esa no la tenia jej, o no me acordaba..
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