El anticristo es descripto en la palabra con varios nombres, el cuerno pequeño, el desolador, el inicuo, el hombre de pecado, el hijo de perdición, entre otros más, pero hay un nombre que no se le pone mucha atención y es muy importante, es El Asirio.
Aunque ahora, y desde hace mucho tiempo, está actuando el espíritu del anticristo, el cual se opone a la fe cristiana, un día aparecerá la encarnación de toda oposición a Cristo. Este hijo de perdición tratará de imitar la encarnación del verdadero Cristo y se presentará como si fuese el hijo de Dios o Dios mismo, y engañará a muchas personas.
Miqueas 5:5
“Y Él (Dios) será nuestra paz. Cuando el asirio invada nuestra tierra, ycuando huelle nuestros palacios, levantaremos contra él siete pastores y ocho príncipes del pueblo.”
De acuerdo a este versículo observamos que el espíritu del asirio está presente en estos tiempos y que lo peor es que ha invadido la iglesia cristiana hollando sus palacios (templos, casas) y es en esta profecía donde encontramos la forma de batallar en contra de ese espíritu, ya que la parte final de la misma dice: levantaremos contra él 7 pastores y 8 príncipes.
Es muy llamativo que al estudiar el antiguo testamento nos encontramos con 7 pastores que hicieron lo bueno y agradaron a Dios en su oficio, siendo ellos: Abel, Jacob, Moisés, David, José, Amós y Ciro. Aunque hay descritos otros, no llenan los requisitos que éstos siete llenan.
Y que, por otro lado, también nos encontramos con 8 Reyes que antes de serlo, fueron príncipes (es decir hijos de un Rey) y al llegar a reinar, la Biblia da testimonio de ellos que hicieron lo bueno delante de Dios, todos ellos del reino del sur, es decir de Judá y su capital Jerusalén. Sólo 8 hicieron lo bueno según lo dice la bendita palabra, todos los demás reyes tanto del reino del sur como del norte hicieron lo malo, por lo cual Asiria conquistó el norte y Babilonia el sur. Los 8 príncipes/reyes que hicieron lo bueno son: Joás, Asa, Josafat, Uzías, Jotam, Amasías, Ezequías y Josías.
Estos quince personajes son en el lenguaje espiritual el representativo de virtudes que el Señor habrá de dar a aquellos que Él a puesto a dirigir en la iglesia, para que de esta manera podamos combatir las abominaciones que el espíritu del Asirio ha enviado para contaminar a la Iglesia, la amada del Señor.
Por cuestiones de tiempo veremos el primero de estos ejemplos que aparece descripto en La Biblia, Abel:
Génesis 4:2-4
“2 Y después parió á su hermano Abel. Y fué Abel pastor de ovejas, y Caín fué labrador de la tierra.
3 Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda á Jehová.
4 Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, y de su grosura. Y miró Jehová con agrado á Abel y á su ofrenda;”
¿Qué características/virtudes encontramos en la vida de este pastor?
La virtud que aprendemos con Abel, es que a Dios debemos traerle siempre lo mejor.
Abel nos habla de un siervo atento a cumplir con sus obligaciones, que es proactivo, diligente, enamorado del Señor, ocupándose siempre de sus responsabilidades espirituales y materiales para la Casa de Dios. Además nos habla de una entrega total al Señor.
Génesis 4:10
“10 Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama á mí desde la tierra.”
La ofrenda significó entregar su vida. El ministerio de un pastor a la manera de Abel, requiere que su propia vida, sea una ofrenda que hable por él aún después de muerto, dejando un legado de bendición para aquellos que lo recordarán.
Es un ministro que entrega todo su tiempo, deseos personales, anhelos, pensamientos a Dios y por lo tanto será fielmente recompensado con el galardón de ser llamado un siervo fiel.
Abel tenía una intimidad tan especial con Dios, que aún muerto Él lo escuchaba!
Tenemos que volver a enamorarnos más del Señor, que nuestro amor por Él sea tan fuerte que hasta nuestra sangre clame siempre por Su Presencia!
Ptr Martin Salazar
Transcripción por Gustavo A. Gomez