Nuestra Casa MCN está en plena expansión y estos son días de gloria en la ciudad de Torcuato! Este finde el Señor nos estuvo hablando sobre la necesidad de minsitración del alma, la manera en la que el Señor nos abraza y ministra es maravillosa!!!
La palabra “ministración” se traduce del griego “diakonía” que, entre otras cosas, significa: servicio, ayuda o asistencia. Es decir que la ministración es un proceso progresivo que nos ayuda para la limpieza, descontaminación, quitar las ataduras, la restauración y liberación del espíritu, alma y cuerpo del cristiano (1 Ts. 5:23). El enemigo va a utilizar cualquier tipo de arma, cualquier estrategia para que nuestra alma se pierda por eso debemos estar preparados para luchar en contra de ellos y por eso necesitamos limpiar nuestra alma, solo de esa manera va a ser liberada para tener la victoria.
Mateo 22:36-38 (LBLA)
“Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento de la ley? Y El le dijo: AMARAS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZON, Y CON TODA TU ALMA, Y CON TODA TU MENTE. Este es el grande y el primer mandamiento.”
En las batallas espirituales unas de las cosas por las que se pelea es por el amar las cosas del Señor, un contraejemplo es “babilonia” que pelea constantemente para que se ame a las cosas del mundo.
La ministración sirve para auxiliar al cristiano que desea avanzar en su carrera y mediante esta gracia, dada por Dios a la iglesia, se puede llegar a detectar ataduras, deformaciones, vicios del alma, herencias y todo aquello que se sembró en la vida sin Cristo.
A continuación 12 claves que nos ayudan a amar al Señor con toda mi alma:
1) Mi alma tiene que aprender a poner por obra los principios del Señor (Dt 26.16)
2) Mi alma tiene que seguir y servir al Señor (Josué 22.5)
3) Mi alma tiene que tener un compromiso con la Palabra (2 Reyes 23.3)
4) Mi alma tiene que convertirse (Salmos 19.7)
5) Mi alma tiene que estar sana (Salmos 41.4)
6) Mi alma tiene que aprender a esperar en el Señor (Salmos 33.20)
7) Mi alma tiene que ser llena de Dios (Salmos 63.5)
8) Mi alma tiene que aprender a oír la voz profética (Hch 3.23)
9) Mi alma tiene que aprender a No retroceder (Heb 10.39) y a volverse del error (Stgo 5.20)
10) Mi alma tiene que aprender a bendecir al Señor (Salmos 103.2)
11) Mi alma tiene que aprender a guardarse de toda contaminación (1Ts 5.23)
12) Mi alma tiene que beber del río de Dios (Salmos 63.1)
Tenemos que dar importancia a la ministración del alma.
Juan 13:5 (LBLA)
“Luego echó* agua en una vasija, y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía ceñida.”
El lavamiento de pies es figura del lavamiento del alma, porque se limpia de la suciedad del caminar diario, y en consecuencia el lavamiento a través de la ministración le va a dar pureza a la iglesia.
Es importante aclarar que no es un acto, es un proceso. Hay cosas en la vida del cristiano que deben ser rendidas al Señor para caminar agradablemente delante de Él. Por eso hay que buscar la manera de despojarnos de todas esas cosas y si dejamos que Dios ministre nuestra alma, entonces nuestra alma, por obediencia, responde amando al Señor con todas sus fuerzas.
Por Gustavo A. Gomez
