viernes, 24 de octubre de 2014
martes, 21 de octubre de 2014
VISITA INTERNACIONAL EN MCN
Este Sábado 25, visitará nuestra Casa MCN, desde Guatemala: el Pastor MARCO V. CASTILLO. Un ministro querido por nuestros pastores generales, y un 'Maestro' de La Palabra.
¡Los invitamos y los esperamos a todos! (20hs.) En Camacuá 3127, esq. Blandengues, Don Torcuato. Bs.As.
El reinicio de
un rey
Autor: Pastor
Marco Vinicio Castillo
Estamos viviendo este tiempo final, como un
tiempo extraordinario en el que el Señor está haciendo cosas hermosas y
extraordinarias en nuestra vida, derramando Su gracia sobre nosotros. Al
día de hoy, ha transcurrido el 70% del tiempo del Año de Reinicio, y estamos a
pocos días de la nueva proclama profética, pero esto no significa que el
reinicio concluirá, sino que se mantendrá vigente porque el Señor continuará
haciendo cosas nuevas y prodigiosas en nosotros.
En este estudio, hablaremos del reinicio
pero desde un ángulo distinto al que hemos venido abordándolo, y lo
explicaremos con los siguientes versículos, de los que extraeremos algunos
pensamientos:
Apocalipsis 1:4-6 LBLA Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia a vosotros y paz, de
aquel que es y que era y que ha de venir, y de los siete Espíritus que están
delante de su trono, y de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de
los muertos y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y nos
libertó de nuestros pecados con su sangre, e hizo de nosotros un reino y
sacerdotes para su Dios y Padre, a Él sea
la gloria y el dominio por los siglos de los siglos. Amén.
En este pasaje se manifiestan aspectos en tres
niveles diferentes, por ejemplo, cuando habla de la gracia y la paz del Padre,
Hijo y Espíritu Santo, donde a su vez, describe al Hijo en tres facetas:
testigo fiel, primogénito de los muertos y soberano de la tierra; al
final del versículo 5 dice: “al que nos ama” expresado verbalmente como
tiempo presente continuo; luego el resto del versículo está todo en presente,
eso se encuentra relacionado con lo que dice el Apóstol Juan, capítulo 3,
versículo 16: “de tal manera amó Dios al mundo, que aun siendo sus enemigos y
andando en nuestros propios caminos, así Él nos amó con un amor eterno”. La
primera faceta es: “al que nos ama”; la segunda: “nos ha lavado por medio
de Su sangre”; y, la tercera es: “que nos hizo reyes y sacerdotes”, y no podemos
llegar a esta etapa si no hemos sido amados con el amor de Dios y lavados de
nuestros pecados. Esta tercera faceta es la que resaltaremos en este estudio.
Pese a tantas cosas que el Señor hace en nuestra
vida y las manifestaciones de misericordia que se presentan en cada instante de
nuestra existencia, nos hace pensar que esto que proviene del Señor no es para
nosotros, debido a los pecados cometidos o pensamientos que hemos albergado en
nuestro corazón que en gran medida nos aparta de Él, pero no es así, porque en
medio de esto Él nos ha constituido reyes y sacerdotes. Aunque haya
transcurrido el 70% de este año, no significa que perdamos la oportunidad de
reiniciar en estos aspectos, debido a que si vemos en las Escrituras,
Dios trató con muchos personajes a los que le dio dones y ellos echaron a
perder lo que Él puso en sus manos; sin embargo, debemos saber que Él es un
Dios de oportunidades.
El reinicio de Nabucodonosor
Lo que viene a nuestra mente seguramente es que
fue el rey que tomó cautivo al pueblo de Israel, quien además hizo una
estatua de oro, o bien, echó al horno de fuego ardiente a los 3 jóvenes
hebreos que no se quisieron postrar ante una estatua; todo esto nos hace pensar
que era una persona malvada; pero para conocerlo mejor citaremos los siguientes
versículos:
Daniel 4:1-6 LBLA Nabucodonosor, rey, a todos los pueblos, naciones y lenguas que habitan
en toda la tierra: Que abunde vuestra paz. Me ha parecido bien
declarar las señales y maravillas que ha hecho conmigo el Dios Altísimo.
¡Cuán grandes son sus señales, y cuán poderosas sus maravillas! Su reino es un
reino eterno, y su dominio de generación en generación. Yo, Nabucodonosor,
estaba tranquilo en mi casa y próspero en mi palacio. Tuve un sueño que
me hizo temblar; y estas
fantasías, estando en mi cama,
y las visiones de mi mente me aterraron. Por lo cual di órdenes que
trajeran ante mí a todos los sabios de Babilonia para que me dieran a conocer
la interpretación del sueño.
Los sueños no son una señal de que una persona
sea espiritual, porque vemos que algunos personajes a los que Dios les habló no
eran precisamente los más espirituales, por ejemplo, al faraón le dio un
mensaje escatológico durante el sueño que tuvo sobre las espigas y las vacas,
también podemos mencionar al jefe de los coperos y al jefe de los panaderos,
que no se trataba de personajes espirituales que buscaran del Señor, pero que
Dios le habló por medio de sueños, y que luego por medio de personas como José
y Daniel, a quienes Él les había dado la gracia de interpretación de sueños,
les dio la interpretación.
Daniel 4:10-12 LBLA “Y las visiones de mi mente, que vi estando en mi cama, fueron así: Vi un árbol en medio de la tierra, cuya altura era muy grande. “El árbol
creció y se hizo fuerte, su copa llegaba hasta el cielo, y era visible desde los confines de la
tierra. “Su follaje era
hermoso y su fruto abundante, y en él había
alimento para todos. Debajo de él hallaban sombra las bestias del campo, las
aves del cielo hacían morada en sus ramas, y de él se alimentaban todos los
seres vivientes.
El rey Nabucodonosor manda llamar a Daniel para
que le interpretara el sueño que había tenido; sin embargo, luego de recibir su
interpretación y la advertencia que Dios le hacía, el continuo con sus mismas
actitudes por lo que el mismo se ve cumplido más adelante.
Daniel 4:29-33 LBLA Doce meses después, paseándose por la azotea del palacio real de
Babilonia, el rey reflexionó, y dijo: “¿No es ésta la gran Babilonia que
yo he edificado como residencia real con la fuerza de mi poder y para gloria de
mi majestad?” Aún estaba
la palabra en la boca del rey, cuando una voz vino del cielo: “Rey
Nabucodonosor, a ti se te declara: El reino te ha sido quitado, y serás
echado de entre los hombres, y tu morada estará
con las bestias del campo; te darán hierba para comer como al ganado, y siete tiempos
pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo domina sobre el reino de
los hombres, y que lo da a quien le place.” En aquel mismo instante se
cumplió la palabra acerca de Nabucodonosor: fue echado de entre los hombres,
comía hierba como el ganado y su cuerpo se empapó con el rocío del cielo hasta
que sus cabellos crecieron como las
plumas de las águilas y sus uñas como las de las aves.
Aquel hombre que estaba acostumbrado a vivir en
la comodidad de un palacio, ahora cubierto de pelos y con garras, comía hierba
con las aves y los animales del campo. En lo material, existen algunas personas
que forman parte de este grupo, a quien Dios lavó sus pecados y los hizo
grandes, pero se envanecieron, haciéndose con esto semejantes a una
bestia.
Daniel 4:34 LBLA Pero al fin de los días, yo, Nabucodonosor, alcé mis ojos al cielo, y
recobré mi razón, y bendije al Altísimo y alabé y glorifiqué al que vive para
siempre; porque su dominio es un dominio eterno, y su reino permanece de generación en generación.
Dice el contexto de este libro, que Dios hizo
volver al rey Nabucodonosor a su trono con la mayor grandeza en su vida.
¿Cuántos habrá que siendo reyes han caído en una condición deplorable a causa
de la altivez y vanagloria? Sabemos que el Señor le advirtió lo que le
sobrevendría por medio de un sueño, pero también que el árbol no sería
desarraigado totalmente, y que pese a su pecado, la misericordia de Dios
le podría dar un reinicio en su vida para que le diera gloria y honra solo a
Él. Muchos pensamos que porque el pecado que nos alcanzó y se arraigó en
nuestro corazón, Dios nos desechó, pero Dios dice en el libro de Job que hay
esperanza para el árbol que ha sido cortado, porque solo con el olor del agua
reverdecerá, y por Su gracia hemos sido empapados con el roció del cielo.
Esta es una exhortación para que le pongamos fin a nuestros pecados y a la
maldad para que sea prolongada nuestra prosperidad.
El reinicio de Manasés
No nos referimos al hijo de José, sino a uno de
los reyes que hubo en el reino de Judá.
2 Crónicas 33:1-2 LBLA Manasés tenía doce años
cuando comenzó a reinar, y reinó cincuenta y cinco años en Jerusalén. E
hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR conforme a las abominaciones de las
naciones que el SEÑOR había desposeído delante de los hijos de Israel.
Manases era hijo del rey Ezequías quien como
sabemos, enfermó y el Señor le instruyó que ordenara su casa porque
moriría, pero clamó al Señor y le fueron extendidos 15 años más de vida; al
morir reinó su hijo Manasés quien nació en el período de gracia que le fue
añadido a la vida de Ezequías. Es posible que naciera conociendo de las proezas
y el poder de la misericordia de Dios, y como hemos visto, el número 15
representa la plenitud de la misericordia de Dios, y como consecuencia de esta
misericordia nació Manasés. Esto tipifica a las personas que nacieron en un
hogar cristiano, donde la misericordia de Dios se ha manifestado. El rey
Ezequías realizó importantes reformas durante su reino, y seguramente hubiera
querido que su hijo continuara con esta obra, pero lejos de esto, él hizo lo
malo delante del Señor tomando las costumbres cananeas y de las regiones
aledañas a su territorio.
2 Crónicas 33:3-4 LBLA Porque reedificó los lugares altos que su padre Ezequías había derribado;
levantó también altares a los Baales e hizo Aseras, y adoró a todo el ejército
de los cielos y los sirvió. Edificó además altares en la casa del SEÑOR,
de la cual el SEÑOR había dicho: Mi nombre estará en Jerusalén para siempre.
Los lugares altos fueron usados por las
religiones paganas para ofrecer cultos a sus dioses, y Ezequías había suprimido
los lugares altos, sin embargo, Manasés los reedificó, levantando altares a los
baales, pese a que nació en un lugar donde se manifestó la misericordia de
Dios; edificó además, altares en la casa del Señor, hizo pasar por el fuego a
sus hijos, que era una blasfemia en contra de Dios, y una forma de querer
imitar lo que Él haría por nosotros quien descendería al infierno luego de
morir por nosotros en la cruz para redimir nuestros pecados; practicó la
hechicería, la brujería y trató con médium y espiritistas, habiendo
sido constituido rey y sacerdote del pueblo de Dios, descendió hasta este
estado.
2 Crónicas 33:10-13 LBLA Y el SEÑOR habló a Manasés y a su pueblo, pero ellos no hicieron
caso. Por eso el SEÑOR hizo venir contra ellos a los jefes del ejército
del rey de Asiria, que capturaron a Manasés con garfios, lo ataron con cadenas de bronce y lo llevaron a
Babilonia. Cuando estaba en angustia, imploró al SEÑOR su Dios, y se
humilló grandemente delante del Dios de sus padres. Y cuando oró a Él, Dios se conmovió por su ruego, oyó su
súplica y lo trajo de nuevo a Jerusalén, a su reino. Entonces Manasés supo que
el SEÑOR era Dios.
Seguramente nosotros no tenemos la capacidad de
juzgar con la sabiduría del Señor, debido a que lo hacemos conforme a nuestro
propio razonamiento, esto lo podemos comprobar con el caso de Manasés, quien
luego de caer, se humilló ante el Señor y en Su gran misericordia se conmovió,
lo trajo de nuevo a Su reino, porque es bueno y para siempre es Su
misericordia. A este hombre Dios le dio un reino y no lo regresó como
súbdito, sino lo hizo sentar nuevamente en su reino
Somos reyes, y aunque no hayamos hecho los
pecados que estos hombres cometieron contra el Señor, si hemos pecado, y siendo
hijos seguramente nos sentimos miserables, tratando de aplacar lo malo que
hicimos; la solución no es castigarnos sino humillarnos ante el Señor, quien se
conmueve ante los que le buscamos con un corazón contrito y humillado.
domingo, 19 de octubre de 2014
sábado, 4 de octubre de 2014
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