martes, 21 de octubre de 2014

VISITA INTERNACIONAL EN MCN

 
Este Sábado 25, visitará nuestra Casa MCN, desde Guatemala: el Pastor MARCO V. CASTILLO. Un ministro querido por nuestros pastores generales, y un 'Maestro' de La Palabra. 
 
¡Los invitamos y los esperamos a todos! (20hs.) En Camacuá 3127, esq. Blandengues, Don Torcuato. Bs.As.

El reinicio de un rey
Autor: Pastor Marco Vinicio Castillo

Estamos viviendo este tiempo final, como un tiempo extraordinario en el que el Señor está haciendo cosas hermosas y extraordinarias en nuestra vida,  derramando Su gracia sobre nosotros. Al día de hoy, ha transcurrido el 70% del tiempo del Año de Reinicio, y estamos a pocos días de la nueva proclama profética, pero esto no significa que el reinicio concluirá, sino que se mantendrá vigente porque el Señor continuará haciendo cosas nuevas y prodigiosas en nosotros.
En este estudio, hablaremos del reinicio pero desde un ángulo distinto al que hemos venido abordándolo, y lo explicaremos con los siguientes versículos, de los que extraeremos algunos pensamientos:

Apocalipsis 1:4-6 LBLA  Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia a vosotros y paz, de aquel que es y que era y que ha de venir, y de los siete Espíritus que están delante de su trono,  y de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y nos libertó de nuestros pecados con su sangre,  e hizo de nosotros un reino y sacerdotes para su Dios y Padre, a Él sea la gloria y el dominio por los siglos de los siglos. Amén.
En este pasaje se manifiestan aspectos en tres niveles diferentes, por ejemplo, cuando habla de la gracia y la paz del Padre, Hijo y Espíritu Santo, donde  a su vez, describe al Hijo en tres facetas: testigo fiel,  primogénito de los muertos y soberano de la tierra; al final del versículo 5 dice: “al que nos ama”  expresado verbalmente como tiempo presente continuo; luego el resto del versículo está todo en presente,  eso se encuentra relacionado con lo que dice el Apóstol Juan, capítulo 3, versículo 16: “de tal manera amó Dios al mundo, que aun siendo sus enemigos y andando en nuestros propios caminos, así Él nos amó con un amor eterno”. La primera faceta es: “al que nos ama”;  la segunda: “nos ha lavado por medio de Su sangre”; y, la tercera es: “que nos hizo reyes y sacerdotes”, y no podemos llegar a esta etapa si no hemos sido amados con el amor de Dios y lavados de nuestros pecados. Esta tercera faceta es la que resaltaremos en este estudio.

Pese a tantas cosas que el Señor hace en nuestra vida y las manifestaciones de misericordia que se presentan en cada instante de nuestra existencia, nos hace pensar que esto que proviene del Señor no es para nosotros, debido a los pecados cometidos o pensamientos que hemos albergado en nuestro corazón que en gran medida nos aparta de Él, pero no es así, porque en medio de esto Él nos ha constituido reyes y sacerdotes.  Aunque haya transcurrido el 70% de este año, no significa que perdamos la oportunidad de reiniciar en estos aspectos, debido a que si vemos  en las Escrituras, Dios trató con muchos personajes a los que le dio dones y ellos  echaron a perder lo que Él puso en sus manos; sin embargo, debemos saber que Él es un Dios de oportunidades.

El reinicio de Nabucodonosor
Lo que viene a nuestra mente seguramente es que fue el rey que tomó cautivo al pueblo de Israel,  quien además hizo una estatua de oro, o bien,  echó al horno de fuego ardiente a los 3 jóvenes hebreos que no se quisieron postrar ante una estatua; todo esto nos hace pensar que era una persona malvada; pero para conocerlo mejor citaremos los siguientes versículos:

Daniel 4:1-6 LBLA  Nabucodonosor, rey, a todos los pueblos, naciones y lenguas que habitan en toda la tierra: Que abunde vuestra paz.  Me ha parecido bien declarar las señales y maravillas que ha hecho conmigo el Dios Altísimo.  ¡Cuán grandes son sus señales, y cuán poderosas sus maravillas! Su reino es un reino eterno, y su dominio de generación en generación.  Yo, Nabucodonosor, estaba tranquilo en mi casa y próspero en mi palacio.  Tuve un sueño que me hizo temblar; y estas fantasías, estando en mi cama, y las visiones de mi mente me aterraron.  Por lo cual di órdenes que trajeran ante mí a todos los sabios de Babilonia para que me dieran a conocer la interpretación del sueño.
Los sueños no son una señal de que una persona sea espiritual, porque vemos que algunos personajes a los que Dios les habló no eran precisamente los más espirituales, por ejemplo, al faraón le dio un mensaje escatológico durante el sueño que tuvo sobre las espigas y las vacas, también podemos mencionar al jefe de los coperos y al jefe de los panaderos, que no se trataba de personajes espirituales que buscaran del Señor, pero que Dios le habló por medio de sueños, y que luego por medio de personas como José y Daniel, a quienes Él les había dado la gracia de interpretación de sueños, les dio la interpretación.

Daniel 4:10-12 LBLA  “Y las visiones de mi mente, que vi estando en mi cama, fueron así: Vi un árbol en medio de la tierra, cuya altura era muy grande.  “El árbol creció y se hizo fuerte, su copa llegaba hasta el cielo, y era visible desde los confines de la tierra.  “Su follaje era hermoso y su fruto abundante, y en él había alimento para todos. Debajo de él hallaban sombra las bestias del campo, las aves del cielo hacían morada en sus ramas, y de él se alimentaban todos los seres vivientes.
El rey Nabucodonosor manda llamar a Daniel para que le interpretara el sueño que había tenido; sin embargo, luego de recibir su interpretación y la advertencia que Dios le hacía, el continuo con sus mismas actitudes por lo que el mismo se ve cumplido más adelante.

Daniel 4:29-33 LBLA  Doce meses después, paseándose por la azotea del palacio real de Babilonia,  el rey reflexionó, y dijo: “¿No es ésta la gran Babilonia que yo he edificado como residencia real con la fuerza de mi poder y para gloria de mi majestad?”  Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando una voz vino del cielo: “Rey Nabucodonosor, a ti se te declara: El reino te ha sido quitado,  y serás echado de entre los hombres, y tu morada estará con las bestias del campo; te darán hierba para comer como al ganado, y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo domina sobre el reino de los hombres, y que lo da a quien le place.”  En aquel mismo instante se cumplió la palabra acerca de Nabucodonosor: fue echado de entre los hombres, comía hierba como el ganado y su cuerpo se empapó con el rocío del cielo hasta que sus cabellos crecieron como las plumas de las águilas y sus uñas como las de las aves.
Aquel hombre que estaba acostumbrado a vivir en la comodidad de un palacio, ahora cubierto de pelos y con garras, comía hierba con las aves y los animales del campo. En lo material, existen algunas personas que forman parte de este grupo, a quien Dios lavó sus pecados y los hizo grandes,  pero se envanecieron, haciéndose con esto semejantes a una bestia.

Daniel 4:34 LBLA  Pero al fin de los días, yo, Nabucodonosor, alcé mis ojos al cielo, y recobré mi razón, y bendije al Altísimo y alabé y glorifiqué al que vive para siempre; porque su dominio es un dominio eterno, y su reino permanece de generación en generación.
Dice el contexto de este libro, que Dios hizo volver al rey Nabucodonosor a su trono con la mayor grandeza en su vida. ¿Cuántos habrá que siendo reyes han caído en una condición deplorable a causa de la altivez y vanagloria?  Sabemos que el Señor le advirtió lo que le sobrevendría por medio de un sueño, pero también que el árbol no sería desarraigado totalmente, y que pese a su pecado,  la misericordia de Dios le podría dar un reinicio en su vida para que le diera gloria y honra solo a Él. Muchos pensamos que porque el pecado que nos alcanzó y se arraigó en nuestro corazón, Dios nos desechó, pero Dios dice en el libro de Job que hay esperanza para el árbol que ha sido cortado, porque solo con el olor del agua reverdecerá, y por Su gracia  hemos sido empapados con el roció del cielo. Esta es una exhortación para que le pongamos fin a nuestros pecados y a la maldad para que sea prolongada nuestra prosperidad.

El reinicio de Manasés
No nos referimos al hijo de José, sino a uno de los reyes que hubo en el reino de Judá.

2 Crónicas 33:1-2 LBLA  Manasés tenía doce años cuando comenzó a reinar, y reinó cincuenta y cinco años en Jerusalén.  E hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR conforme a las abominaciones de las naciones que el SEÑOR había desposeído delante de los hijos de Israel.
Manases era hijo del rey Ezequías quien como sabemos,  enfermó y el Señor le instruyó que ordenara su casa porque moriría, pero clamó al Señor y le fueron extendidos 15 años más de vida; al morir reinó su hijo Manasés quien nació en el período de gracia que le fue añadido a la vida de Ezequías. Es posible que naciera conociendo de las proezas y el poder de la misericordia de Dios, y como hemos visto, el número  15 representa la plenitud de la misericordia de Dios, y como consecuencia de esta misericordia nació Manasés. Esto tipifica a las personas que nacieron en un hogar cristiano, donde la misericordia de Dios se ha manifestado.  El rey Ezequías realizó importantes reformas durante su reino, y seguramente hubiera querido que su hijo continuara con esta obra, pero lejos de esto, él hizo lo malo delante del Señor tomando las costumbres cananeas y de las regiones aledañas a su territorio.

2 Crónicas 33:3-4 LBLA  Porque reedificó los lugares altos que su padre Ezequías había derribado; levantó también altares a los Baales e hizo Aseras, y adoró a todo el ejército de los cielos y los sirvió.  Edificó además altares en la casa del SEÑOR, de la cual el SEÑOR había dicho: Mi nombre estará en Jerusalén para siempre.
Los lugares altos fueron usados por las religiones paganas para ofrecer cultos a sus dioses, y Ezequías había suprimido los lugares altos, sin embargo, Manasés los reedificó, levantando altares a los baales, pese a que nació en un lugar donde se manifestó la misericordia de Dios; edificó además, altares en la casa del Señor, hizo pasar por el fuego a sus hijos, que era una blasfemia en contra de Dios, y una forma de querer imitar lo que Él haría por nosotros quien descendería al infierno luego de morir por nosotros en la cruz para redimir nuestros pecados; practicó la hechicería,  la brujería  y trató con médium y espiritistas, habiendo sido constituido rey y sacerdote del pueblo de Dios, descendió hasta este estado.

2 Crónicas 33:10-13 LBLA  Y el SEÑOR habló a Manasés y a su pueblo, pero ellos no hicieron caso.  Por eso el SEÑOR hizo venir contra ellos a los jefes del ejército del rey de Asiria, que capturaron a Manasés con garfios, lo ataron con cadenas de bronce y lo llevaron a Babilonia.  Cuando estaba en angustia, imploró al SEÑOR su Dios, y se humilló grandemente delante del Dios de sus padres.  Y cuando oró a Él, Dios se conmovió por su ruego, oyó su súplica y lo trajo de nuevo a Jerusalén, a su reino. Entonces Manasés supo que el SEÑOR era Dios.
Seguramente nosotros no tenemos la capacidad de juzgar con la sabiduría del Señor, debido a que lo hacemos conforme a nuestro propio razonamiento, esto lo podemos comprobar con el caso de Manasés, quien luego de caer, se humilló ante el Señor y en Su gran misericordia se conmovió, lo trajo de nuevo a Su reino,  porque es bueno y para siempre es Su misericordia.  A este hombre Dios le dio un reino y no lo regresó como súbdito, sino lo hizo sentar nuevamente en su reino

Somos reyes, y aunque no hayamos hecho los pecados que estos hombres cometieron contra el Señor, si hemos pecado, y siendo hijos seguramente nos sentimos miserables, tratando de aplacar lo malo que hicimos; la solución no es castigarnos sino humillarnos ante el Señor, quien se conmueve ante los que le buscamos con un corazón contrito y humillado.