Nota ya publicada – Autor: Pastor Martín
Salazar
La verdad, tenía
mis reservas con respecto a tocar este tema en este año. Una, porque ya hablé
de esto en otras muchas ocasiones. Otra, porque cuando expones trasfondos de
cosas que la mayoría “compró” y ‘corres la cortina’ para mostrar verdades
incómodas (que te empujan a reconsiderar tradiciones y tener que cambiar
costumbres y hábitos), pues muchos se irritan, se ponen nerviosos, y se te
enojan…
‘Quitar máscaras’
resulta prima facie urticante. Siempre es más cómodo dejar las cosas como
están.
El abordar este
tema deja expuesto a algunos líderes y ministros de nuestra cristiandad, y
muchos de ellos son amigos, consiervos, gente de Dios que yo aprecio y respeto.
Sin embargo, como Siervo de Jesucristo y Representante del Reino, tengo la
responsabilidad de predicar todo el consejo de Dios (no solamente lo que la
gente quiera oír, la “parte simpática”; sino todo el mensaje de parte de Dios).
Por otra parte
veo la necesidad de tocar el tema otra vez debido a que ‘Personajes
Connotados’, respetados y también amados por la cristiandad, (y muchos de ellos
apreciados por mí), han tomado posturas y han hecho declaraciones con respecto
a la navidad que confunden a la iglesia.
Antes de empezar,
les recuerdo que: “el evangelio NO se impone, se expone”. Yo simplemente voy a
exhibir este tema y luego cada uno sacará sus conclusiones y tomará su
decisión. No solo deseo exponer aquello que Dios va revelando; también deseo
hacerlo con amor y humildad, evitando las contiendas. Porque el propósito no es
contender con mis amados hermanos. Recordando que no estamos para fomentar
contiendas, ni tampoco para que se armen líos en las casas. Pero sí para exponer
todo el evangelio. Y el que tenga oídos para oír, que oiga!
Cómo surge la
navidad.
Ya a estas
alturas (y gracias al torrente de información resultante de internet) podríamos
decir que son pocos los que no están al tanto del origen de la “navidad”. Hoy
día es muy fácil acceder a la información y a investigaciones donde encontrarás
-de diversas fuentes históricas- que la idea de festejar navidad comenzó a la
mitad del siglo IV por iniciativa de un Obispo romano y terminó de establecerse
en el año 390 por influencia de San Juan Crisóstomo, Arzobispo de
Constantinopla, considerado “padre de la Iglesia de Oriente”, y de San Gregorio
Nacianceno, el teólogo, amigo de San Basilio. Ellos consiguieron que se
adoptara el 25 de diciembre como el día para conmemorar el nacimiento de Jesús.
Al parecer, la
intención era ocupar con la Navidad el lugar que todavía llenaban las fiestas
saturnales y otras propias del invierno en Roma. (Festivales Paganos). Fue así
que, reinando Constantino el Grande, la iglesia propuso que el 25 de diciembre
se celebrara el nacimiento del Salvador por su coincidencia con la celebración
romana del Sol Invictus.
Al estudiar la
historia uno puede ver que el catolicismo romano, pretendiendo “cristianizar”
al mundo pagano, ha intentado en todas las épocas sustituir costumbres
idólatras paganas con equivalentes “cristianas”, y las deidades falsas, con
santos o vírgenes “cristianos”. Con estas intenciones surge lo de “festejar
navidad” en diciembre, época en la que -en realidad- se celebraba un festival
pagano romano: el solsticio del invierno.
Encontramos por
ejemplo en (Encyclopedy Word Book, 1907, Vol. V) que en el año 354 DC fue
instituida oficialmente la navidad por el obispo romano Liberio. (No fue
instituida por Cristo, ni por los apóstoles, ni por ninguna autoridad bíblica).
Entonces, si
Jesucristo nunca mencionó nada sobre conmemorar su nacimiento. (En cambio sí
sobre conmemorar su muerte y resurrección en La Cena del Señor). Si no lo
mencionan los apóstoles, si no está en la Biblia, pero SÍ hay suficiente
evidencia de que en realidad es una fiesta pagana que se intentó “disfrazar” de
cristiana, ¿POR QUÉ LA VAMOS A SEGUIR CELEBRANDO?
Yo comprendo que
muchos de nosotros (cristianos que queremos agradar a Dios y sujetarnos a Su
Palabra), en otros tiempos celebrábamos la navidad porque no sabíamos de su
origen. Era algo que nos transmitieron de chicos. Aun en la Escuelita Bíblica,
en la Iglesia, nos dijeron que festejar navidad era celebrar el nacimiento de
Jesús. Y uno lo hacía de corazón, para adorar al Señor y agradecer que haya
venido al mundo para traer salvación. (Aunque, si fuera esa la única
motivación, no sé qué hacíamos con “el arbolito”, “Papá Noel” y todas esas
cuestiones que nada tienen que ver con Cristo; pero bue’…)
Pienso que muchos
de los pastores y hermanos de la familia de Dios que celebran navidad hoy,
ignoran el origen de la misma y -como nos pasó a muchos de nosotros- consideran
que es festejar el nacimiento de Jesús cuando en realidad es lisa y llanamente
una fiesta pagana. Hacerlo en ignorancia es una cosa; pero hacerlo una vez que
se sabe su origen, su trasfondo espiritual y sus intenciones… ya es muy
diferente.
Teniendo en
cuenta la clara advertencia bíblica sobre mezclar prácticas paganas con la
adoración a Dios, podemos deducir que un auténtico cristiano (que quiere vivir
según Las Sagradas Escrituras) NO festejaría la Navidad.
Informándose
correctamente de cómo surgió esta celebración y escudriñando Las Escrituras con
atención, uno puede ver fácilmente que no hay nada cristiano en la navidad. Ni
en su origen, ni en su práctica actual.
La historia de la
iglesia puede mostrar que durante los primeros 300 años después del nacimiento
de Cristo, los cristianos primitivos no supieron nada de la celebración de la
Navidad. Cuando la iglesia comienza a alejarse de la doctrina y la práctica
apostólicas y empieza a caer en la corrupción, ahí fue que la Navidad comenzó.
MIREMOS LO QUE
DICEN ALGUNAS ENCICLOPEDIAS: (fragmentos que extrajimos)
>>
Enciclopedia Británica:
Navidad: “Christmas”:
del antiguo Ingles “Misa de Cristo”.
(O sea que todos
los evangélicos gringos o los que se precian de usar el inglés, y andan
diciendo por todos lados: “Merry Christmas”, te están diciendo ¡Feliz Misa de
Cristo! Raro, no?).
-Sigue diciendo
el Diccionario Británico hablando de la navidad-:
Un festival
cristiano celebrado en diciembre 25 conmemorando el nacimiento de Jesucristo.
Es también un popular feriado secular. De acuerdo al almanaque romano, el
festival cristiano de ‘christmas’ era celebrado en roma en el año 336, en la
parte este del imperio romano. La razón más probable por la cual la navidad
vino a celebrarse el 25 de diciembre, es que los cristianos del principio
habían visto que la fecha coincidía con un festival pagano romano, marcando el
nacimiento del sol invicto. Este festival se celebraba en el solsticio del
invierno cuando el sol empieza a escalar a lo más alto en el cielo.
O sea, la
Enciclopedia Británica deja bien claro, por qué los cristianos tomaron el 25 de
diciembre para la navidad. Atención, lo
dice la Enciclopedia Británica. No es opinión mía o de un pastor “legalista” o
de algún evangélico cerrado, que “odia” la navidad.
>>
Enciclopedia Hispánica: -miren lo que dice-
Los cristianos
sustituyeron la antigua fiesta romana del solsticio de invierno por la de la
navidad. La fiesta fue instituida oficialmente por el obispo romano Liberio.
¿Te diste
cuenta?, hasta las enciclopedias seculares y los materiales de consulta de
historia exponen que la navidad fue una sutil artimaña para “cristianizar” algo
que originalmente es totalmente pagano.
Qué dice La
Biblia sobre mezclar cosas paganas con las cosas de Dios.
Esto de
“disfrazar” una fiesta idólatra, tratándola de colocar como algo bueno y
agradable ante Dios, es de una perversión tremenda. Mezclar paganismo con
adoración a Dios es sumamente terrible. Definitivamente Dios abomina las
“mezclas”. La Biblia revela claramente que a Dios no le gusta el sincretismo.
Veamos:
Malaquías 2:11,12 (versión LBLA)
Deslealmente ha obrado Judá, y una abominación se ha cometido en Israel… …Judá
ha profanado el santuario del SEÑOR… …se ha casado con la hija de un dios
extraño. Que el SEÑOR extermine de las tiendas de Jacob al hombre que hace
esto…
Josué 24:23 Quitad, pues, ahora
los dioses ajenos que están entre vosotros, e inclinad vuestro corazón a Jehová
Dios de Israel.
- Con respecto a
las mezclas dice Dios a Su Pueblo –:
Lev 19:19 Mis estatutos
guardarás. No harás ayuntar tu ganado con animales de otra especie; tu campo no
sembrarás con mezcla de semillas, y no te pondrás vestidos con mezcla de hilos.
2Co 6:14-16 No os unáis en yugo
desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la
injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo
con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre
el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios
viviente…
Lev 20:23 Y no andéis en las
prácticas de las naciones que yo echaré de delante de vosotros; porque ellos
hicieron todas estas cosas, y los tuve en abominación.
2Reyes 17:7-12 …los hijos de Israel
pecaron contra Jehová su Dios… …y temieron a dioses ajenos, y anduvieron en los
estatutos de las naciones que Jehová había lanzado de delante de los hijos de
Israel… …hicieron secretamente cosas no rectas contra Jehová su Dios,
edificándose lugares altos en todas sus ciudades… …y levantaron estatuas e
imágenes de Asera en todo collado alto, y debajo de todo árbol frondoso, y
quemaron allí incienso en todos los lugares altos, a la manera de las naciones
que Jehová había traspuesto de delante de ellos… …Y servían a los ídolos, de
los cuales Jehová les había dicho:
Vosotros no habéis de hacer esto.
Salmos 106:35,36 (versión DHH) Por el
contrario, se mezclaron con los paganos y aprendieron sus costumbres: adoraron
ídolos paganos, los cuales fueron causa de su ruina. v39 Se mancharon con esas
acciones, se prostituyeron con tales prácticas.
Ezequiel 11:12 …no habéis andado en
mis estatutos, ni habéis obedecido mis decretos, sino según las costumbres de
las naciones que os rodean habéis hecho.
(Y el siguiente
texto es contundente, mostrando que Dios no acompaña a Su Pueblo sino que lo
desecha cuando este practica costumbres paganas)
Isaías 2:6 (LBLA) Ciertamente has
abandonado a tu pueblo, la casa de Jacob, porque están llenos de costumbres del
oriente, son adivinos como los filisteos, y hacen tratos con hijos de
extranjeros.
Creo que las
citas bíblicas anteriores son suficientes para concluir que Dios abomina las
“mezclas” y que no le gusta en absoluto que participemos de costumbres y
prácticas paganas. Sabiendo esto, y habiendo visto ya que el origen y la actual
práctica de la navidad son absolutamente paganos, ¿insistiremos en celebrarla?
Celebrar porque
sí…
Encima, por si
fuera poco, Jesús NO nació un 25 de diciembre. (Ya hay mucho material de
estudio de fácil acceso que demuestra esto claramente; así que no me voy a
extender en eso). Pero la cosa es, que si quisiéramos festejar el nacimiento de
Jesucristo en la tierra, nunca podría ser en diciembre (en todo caso debería
ser entre finales de Septiembre y principios de Octubre, según
investigaciones).
Hay muchos
cristianos –incluso pastores- que dicen: “bueno, pero de todos modos nació; y
si nació, se lo tenemos que celebrar.” Un momento, ¿Quién dice? Recordemos que
todo lo que debemos hacer -nosotros los hijos de Dios- debe ser Bíblico. No
hacemos cosas porque sí no más, o porque se nos ocurre, o porque a la mayoría
le gusta; sino que hacemos lo que diga La Palabra de Dios. Y la Palabra no
menciona nada de festejar el nacimiento de Cristo. Dos ordenanzas hay, que el
Señor nos dejó en cuanto a celebraciones: Una es la Santa Cena, la otra es el
Bautismo. NO HAY NADA MÁS. Entonces, ¿por qué insistir con esto? ¿No será que
la influencia del “espíritu navideño” tiene más peso en nosotros que La Palabra
y la influencia del Espíritu de Dios...? (Mirá: Romanos 12:2 y 1 Juan 2:15-17)
¿Por qué le vas a
celebrar supuestamente el nacimiento a Cristo el mismo día que los paganos
celebraban el nacimiento del sol invicto (y también el de Hércules, el de
Horus…entre otros)? ¿Cómo se puede hacer algo así? Es como si le quisieras
festejar el cumpleaños a tu marido pero en la fecha que nació tu “Ex”. (¡Qué
locura!).
Es que
“compramos” el engaño de la navidad, y se nos aferró tanto, tanto que, ahora,
-cuando Dios permite que ‘se corra el velo’ y conozcamos la verdad-,
descubrimos que estamos agarrados a las cosas del mundo mucho más de lo que
pensábamos (aun teniendo 20 años de creyente, o siendo líderes, o ministros).
Vendiendo gato
por liebre.
¿Cómo habrán
‘vendido’ antiguamente lo de la fiesta de navidad? Quizás decían: “Ven, es la
fiesta del sol, y la Biblia dice que Cristo es el sol de justicia, así que… a
festejar”.
Ah pero nosotros
en este tiempo también (muchas veces) hemos ‘vendido’ la navidad como algo muy
piadoso y cristiano. “Que Cristo nazca en tu corazón” “Que dale lugar a Cristo
como se le dio en el establo” “Que así como un día nació en un humilde pesebre,
también hoy puede entrar a tu casa por más humilde y precaria que sea”… Todas
estas frases no es que estén mal. De hecho son grandes verdades. Pero lo malo
es que las usemos para avalar nuestra participación en una celebración que es
pagana. (Podemos predicar sobre el nacimiento virginal de Cristo en cualquier
día del año, no exclusivamente en los días conexos a la navidad).
-“Bueno pastor
Martín, es que hay que aprovechar que todo el mundo está ‘enganchado’ con la
navidad y entonces así les predicamos”-. ¡Está bien! Predicar de Cristo es algo
que debemos hacer siempre. Está perfecto que también prediques en los días de
la navidad; pero eso no significa que la tengas que festejar. Y mucho menos
fomentarla (como se hace en muchas iglesias).
Yo también
predico y evangelizo en los días del halloween; pero NO lo festejo ni mucho
menos.
(A como van las
cosas, no me extrañaría que en el futuro algunos “hermanitos”, queriendo
festejar halloween, busquen darle un ‘toque cristiano’ inventándose un
argumento como: <>)
-pequeña broma
para amenizar-
Por qué el 25 de
diciembre
Es innegable que
esta fecha simbólica coincide con muchas antiguas tradiciones espirituales. En
esta misma fecha otras culturas pre y pos cristianas celebraban el natalicio de
deidades como: Mithra, Orfeo, Horus, Krishna, Osiris… incluso los germanos y
los misteriosos druidas celebraban el 25 de diciembre el día del solsticio de
invierno, en donde se consultaba el por venir a los dioses mientras se
encendían fogatas en las cumbres de las montañas.
Como se puede
observar, hay mucho movimiento del mundo espiritual en esa fecha que ha
influenciado para diversas celebraciones y prácticas que NO vienen justamente
de parte de Dios.
Condenar, juzgar:
NO. Instruir, exhortar: ¡SÍ!
Aquí no se trata
de condenar a alguien, o que yo me ponga a juzgarte si llego a tu casa y te
encuentro con tu “arbolito” y una “cañita voladora” en la mano… No se trata de
nada de eso, por varias razones:
Una, porque puede
que alguien está creciendo en el Señor y todavía le falta liberarse de estas
cosas.
Otra, porque
puede ser que la casa no sea suya, que sea de sus padres y tal vez alguien más
puso el arbolito.
O tiene Ud. un
esposo inconverso que dice “acá vamos a poner el arbolito y el 25 vamos a
festejar navidad porque yo lo digo”. Ok. Está bien. Todo eso es respetable.
Pero lo que me
preocupa y hasta me exaspera es que pastores -aun después de conocer estas
cosas, y sin tener argumento bíblico para sostener lo de festejar navidad-,
igualmente sigan adornando su altar con árbol y bolas de colores y gorrito de
papa Noel. Es que eso es darle “banderazo de salida” a las ovejitas para que se
paganicen. Y los pastores son quienes darán cuenta si todo un rebaño se desvía.
Si fuera que lo
hacen por ignorancia -como alguna vez también nosotros lo hemos hecho- bueno,
es comprensible. De alguna manera pudieran quedar excusados porque Dios pasa
por alto la ignorancia. (Al menos eso nos muestra la Biblia cuando el Señor
Jesús en la cruz dice: “Padre perdónalos porque NO SABEN lo que hacen”). Pero
una vez que uno sabe, ya no es ignorante.
Atención
Pastores.
Así como hoy en
día el Señor estableció que Ministros-Pastores guíen a Su Pueblo; hubo una
época donde los responsables de conducir la Grey eran Reyes.
Sucedió en un
tiempo que el Pueblo de Dios sufrió una división. La historia dice que al rey
Jeroboam le quedaron 10 tribus; y a Roboam 2 tribus. Pero Roboam se quedó con
las tribus que tenían los centros de adoración. Entonces Jeroboam – (para que
no fueran a adorar)- se inventó una fiesta. El día 15, el mes octavo. ¡Qué
tremendo, verdad! Se inventó una fiesta, se inventó un sacerdocio, etc. Este
Jeroboam hizo que Israel se desviara. Y la Biblia dice (en 1 Corintios 10) que
todas estas cosas son figuras para nosotros.
1Reyes 12:32,33 “Entonces instituyó
Jeroboam fiesta solemne en el mes octavo, a los quince días del mes, similar a
la fiesta solemne que se celebraba en Judá; y sacrificó sobre un altar. Así
hizo en Bet-el, ofreciendo sacrificios a los becerros que había hecho. Ordenó
también en Bet-el sacerdotes para los lugares altos que él había fabricado.
Sacrificó, pues, sobre el altar que él había hecho en Bet-el, a los quince días
del mes octavo, el mes que él había inventado de su propio corazón; e hizo
fiesta a los hijos de Israel, y subió al altar para quemar incienso”.
Qué curioso que
para algunos diccionarios bíblicos “Jeroboam” significa: (el incremento de la
gente) dando a entender que le interesaba la masa, la multitud, la cantidad, no
importa qué hiciera para eso.
Al parecer, en la
actualidad, muchos pastores y ministerios ‘referentes’ de la comunidad
evangélica tienen esa “onda jeroboam”. Hacen cualquier cosa mientras que les de
resultados. Con tal de tener cada vez más gente, hacen lo que sea. No importa
si no es bíblico. La cosa es que “funcione”. Que sea “comercial”. Dice la
Biblia “Jeroboam instituyó una fiesta”. “Se la inventó”. La versión NVI dice
“arbitrariamente estableció sacerdotes y santuarios paganos”. A mí me impacta
que el tipo inventó fiesta en su propio corazón, para engañar a la gente. Para
que no fueran a adorar. (Hoy en día hay pastores que no solamente van a
festejar “la noche buena”; sino que van a suspender el Culto -o sea, cancelan
la adoración a Dios- para que la gente festeje con libertad la fiesta de origen
pagano del 25 de diciembre llamada navidad. ¡Que el Señor tenga misericordia y
nos ayude!
La idea no es que
te irrites; sino que medites:
Por favor, nadie
se me ofenda, ni se me enoje. Querido hermano, sólo te pido que medites
fríamente en todo esto y reflexiones.
No pretendo ser
“aguafiestas”, ni tampoco “El Grinch” (personaje de película que detesta la
navidad). Mi único objetivo es, humildemente, arrojar un poco de luz sobre este
tema que muchos lo toman livianamente. Pero que es importante ya que tiene que
ver con ataduras espirituales de dimensiones masivas y de alcance global. Por
ende también es esta nota. Porque no quisiera que las almas, a las que puedo
llegar con el ministerio que me fue dado, un día, ante la Presencia de Dios,
digan: “Señor, a mí el pastor Martín nunca me dijo nada de esto…” Por eso yo
expongo (no impongo). La decisión es suya.
Ojo, tampoco
estoy diciendo que alguien se va a perder en el infierno por esto. De ninguna
manera. (Por favor no subestimes a ese punto mi inteligencia). Pero creo que
hay muchos de nosotros que ya no andamos en “hacer cosas para NO IR AL
INFIERNO”; sino que andamos en “hacer cosas para AGRADAR A NUESTRO DIOS”.
…Y a Dios no le
agrada que su pueblo se paganice, ni que mezcle su adoración con prácticas de
origen idólatra.
Finalizando,
cierto hombre de Dios dijo -al respecto de festejar navidad-: “Hemos celebrado
el nacimiento de un dios pagano sin saberlo, creyendo que celebrábamos el
nacimiento del Salvador Jesús”.
(Aquí otra vez
hago hincapié en que Dios pasa por alto la ignorancia. Ver Hechos 17:30. -Pero
una vez que uno sabe, ya no es ignorante).
El apóstol Pablo
enseñó en Gálatas
4, 8-11: ” Antes, cuando ustedes todavía no
conocían a Dios, vivían como esclavos de los dioses falsos. Pero ahora conocen
a Dios. Mejor dicho, Dios los conoce a ustedes. Por eso, no puedo entender cómo
es que se dejan dominar de nuevo por esos dioses falsos. ¡Si ellos no tienen
poder, ni valen nada! Ustedes todavía les dan importancia a ciertos días,
meses, épocas y años. ¡Me asusta el pensar que de nada haya servido todo lo que
he hecho por ustedes!”.
Sólo deseo que el
Señor nos ilumine a todos para que salgamos del error y andemos en sus caminos.